Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

sábado, 18 de enero de 2020

«Néboa», otro thriller español competente que se aleja de «Madriz»

Curiosa manera de presentar al Teniente Ferro (Nancho Novo); primero de frente para después dar la espalda al espectador y recibir a la teniente Mónica Ortíz (Emma Suárez) y su hija (Alba Galocha) | Capturas de pantalla: RTVE.es

Más que un reencuentro (*), Nancho Novo y Emma Suárez protagonizan un desencuentro entre tenientes de la Guardia Civil en el primer episodio de 
«Néboa», la nueva serie de La 1 de Televisión Española. Estrenada el pasado miércoles 15 de enero, la producción continúa el gusto de la ficción nacional por el whodunit y el thriller después de que en 2019 la corporación pública estrenara con éxito, de público, «La caza» (**) y, de crítica, «Malaka». Entremedias estuvo la vitoreada, por clásica y honesta, «Hierro» (Movistar+), con una tremenda Candela Peña como una jueza goda que, en su destierro profesional, recala en la isla canaria el mismo día que aparece el cadáver de un chaval. Da la sensación de que el factor misterio es lo que hace que los espectadores españoles vuelvan cada semana a la televisión generalista.


(*) Ambos protagonizaron hace más de 25 años «La ardilla roja» (Julio Medem, 1993), una de las películas favoritas de Stanley Kubrick. También coincidieron en la siguiente película del cineasta vasco, «Tierra» (1996).
(**) Bautizada como «Monteperdido», pues su notable rendimiento en audiencias, por encima de los ahora inusuales dos millones de espectadjeó la renovación. La segunda parte se llamará «Tramuntana» (o sea, transcurrirá en Mallorca) y repescará a su pareja de investigadores.

A tenor del primer episodio, «Néboa» se asemeja tanto a «Malaka» como a «Hierro», dos de los títulos españoles más estimulantes del año pasado junto a la desmadrada «Señoras del (h)AMPA» (Telecinco) y la medemiana «El embarcadero» (Movistar+); todas ellas, por cierto, con mayor o menor pizca de thriller.

La nueva serie de La 1 recuerda a «Malaka» por salirse ligeramente del molde del género protagonizado por policías que investigan la desaparición y/o muerte de una joven; si en aquella, los primeros episodios se detenían en desarrollar los demonios internos de su trío de policías (el alcoholismo, la familia..., la corrupción individual) y los externos de la ciudad de Málaga (la pobreza, la droga..., la corrupción colectiva), aquí importa el calado mitológico de esta Galicia carnavalesca y supersticiosa con un asesino sacado del folclore que ha matado en varias ocasiones durante el último siglo. «No buscamos una leyenda. Buscamos una persona», sentencia la teniente Mónica Ortíz (Emma Suárez).

Con «Hierro», la comparación es más evidente al situar la acción en una isla, clave para encerrar a los personajes, acelerar los dimes y diretes entre ellos y así incrementar aún más la tensión; ejemplo de ello es la fallida huida del principal sospechoso en el primer capítulo de «Néboa». Ambas cuentan además con protagonistas mujeres, con sus rifirrafes iniciales con los personajes masculinos del cuerpo policial (la Teniente Ortiz rechaza de manera cortés pero tajante la ayuda del Teniente Ferro  de llevarle el equipaje durante su primer encuentro), y son ajenas e incluso reacias a la idiosincrasia del lugar donde se ha cometido el crimen; en «Malaka», a medida que avanzó la temporada, el protagonismo sí fue repartiéndose entre Maggie Civantos, Salva Reina y Vicente Romero. Y, ella, aunque venía de Madrí, era malagueña. Y si «Hierro» le devolvía su acento a estupendas actrices canarias como Mónica López y Antonia San Juan, en «Néboa» nos reencontramos con intérpretes gallegos como Isabel Naveira y Antonio Durán 'Morris', los charlines de «Fariña».

Los siniestros créditos de «Néboa» muestran la creación de la máscara del «Urco», el animal mitológico relacionado con los asesinatos de la isla gallega donde transcurre la ficción | Capturas de pantalla: RTVE.es
«Néboa» transita lugares comunes del género como la radiografía de una sociedad –en esta ficticia isla manda el empresario que da de comer a casi todos sus vecinos–, la visita de rigor a la habitación de la asesinada o la existencia de varios sospechosos está por ver si mareará mucho la perdiz o revelará sus cartas antes del último minuto–, pero su mayor aportación es el elemento sobrenatural y de ligerísimo terror (*) a partir de un escenario lúgubre, más propio de los noir escandinavos como «The Killing» que de las soleadas y sureñas «Malaka», «Hierro» y «Mar de plástico».

(*)Recuerda a «Punta Escarlata», aquella serie de Cuatro, producida por Globomedia, cuyos nueve episodios acabaron estrenándose en Telecinco tarde y mal.

El giro de guion con el que cierra la hora de presentación (los créditos iniciales lo aventuraban) es otro lugar común del género (una primera muerte suele derivar en una segunda...tarde o temprano), pero es una declaración de crueles intenciones y presagia una carrera a contrarreloj por encontrar al culpable en los siguientes siete capítulos, como aquella cuenta hacia atrás (*) de «Sé quién eres» (Telecinco), otro whodunit español reciente que retorció de manera entretenidísima la premisa de “chica joven desaparecida” y entendía que sin arrolladores personajes no había misterio que se sostuviese durante tantos episodios de casi 70 minutos cada uno.

(*)Bueno, más bien hacia adelante. Cada entrega mostraba en pantalla cuántos días llevaba desaparecida Ana Saura e incluso había un reloj digital en la comisaría que llevaba la cuenta.

Un último apunte: esta semana también se ha estrenado en Antena 3 otro thriller, «Perdida» (apenas 45 minutos duró), cuya premisa también está relacionada con la desaparición de una niña..., pero el asunto tiene miga... Daniel Grao es el ambiguo protagonista y la robaescenas es Adriana Paz, uno de los pocos pros de aquella tercera temporada de «Vis a vis».

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