Sin spoilers | En la ficción, apegarse con suma proximidad a la realidad y dibujar personajes tan de la vida misma puede crear cierto rechazo en el espectador. Hannah Horvath, la protagonista de
'Girls' (HBO, 2012-), es una tipa que cae gorda por un egocentrismo y una creencia de superioridad confesos. David Fisher, de
'Six Feet Under' (HBO, 2001-2005) es otro tipo que cae mal por vivir siempre de mal humor a causa de una homosexualidad encubierta. Paul Weston, de
'In Treatment' (HBO, 2008-2011) es la perfecta encarnación del "consejos vendo pero para mí no tengo" y "en casa de herrero, cuchillo de palo". Amy Jellicoe transmite tal odio durante los primeros episodios de
'Enlightened' (HBO, 2011-2013) que incita al espectador a abandonar la serie pero durante los últimos minutos de su corta existencia, uno desea que esta reconvertida anti-heroína feminista gane por goleada a la vida. Es lo que tiene mirarse al espejo; que a veces a uno le disgusta lo que ve. Un michelín. Una cana. Una mala cara. Unos labios fruncidos. Un corazón frío. Desgraciadamente (?) el mundo de las series de televisión es un lenguaje audiovisual totalmente diferente al del cine, de ahí que en películas como
'Todos queremos lo mejor para ella' (Mar Coll, 2013) no haya posibilidad de que la percepción por parte del espectador de personajes ficticios como Geni o Dani no varíe durante el metraje. O te caen bien o te caen mal.
Mar Coll se estrenó por todo lo alto en esto de los largometrajes con
'Tres días con la familia' (id, 2009) tras conseguir el Goya a mejor dirección novel. Pendiente de visionado está. La que sí cayó fue su segunda obra el mismo día que España sucumbió ante Holanda. ¡Otra vez la maldita coyuntura espacio-temporal! Nótese la ironía,
coño. La premisa de
'Todos queremos lo mejor para ella' es atractiva a más no poder pues se atreve a indagar en la vida de una cuasi-cuarentona tras un accidente de tráfico; las secuelas son patentes. Sin uso de
flashbacks y transcurrido un año, durante hora y media se nos cuenta cómo Geni (Nora Navas), su marido Dani (Pau Durá) y el resto de la familia lidian con tal suceso. La entrada en escena de un personaje clave hará tambalear la vida de una mujer insatisfecha con el transcurso de la misma y decidida a cambiarlo a marchas forzadas. ¿El problema? El tono. Llega un momento dado en el que es la propia música la que indica la comicidad del asunto cuando uno queda perplejo ante la idea de fuga de una mujer hecha y derecha que no repara en la mentira ni la improvisación propias de la adolescencia. Fíjate, creo que esta historia y estos personajes serían ideales para el formato de serie de televisión pues permitiría indagar con mayor profundidad en sus motivaciones, saber más de los personajes secundarios y su interrelación con los protagonistas y encontrar un mayor equilibrio en el tono y el ritmo. ¿Os imagináis nuestra propia
'Enlightened' protagonizada por Nora Navas en la televisión española? Menudo puntazo sería.
Soñar en gratis.
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