Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

martes, 11 de agosto de 2015

La escena (semana 10-16 agosto)



Sin spoilers | The Americans no le dará muchas alegrías a su canal de televisión FX en términos estrictamente numéricos -su tercera temporada ha marcado mínimo histórico de audiencia- pero como suele suceder, es la niña bonita de los críticos estadounidense desde que se estrenara en 2013. Con toda la razón. A finales de mayo se anunció que la serie había ganado el Critics' Choice a mejor serie dramática; dos meses antes sería renovada por una cuarta temporada que llegará a principios 2016. Su llegada al panorama televisivo estadounidense se produjo tras la emisión de la segunda temporada de Homeland (*), serie con la que inevitablemente se comparó al compartir -a primera vista- temática. Affairs internacionales, espionaje, paranoia, el enemigo en casa. Pero no tono. Mientras Homeland ha acabado convirtiéndose en un 24 de cable, The Americans ha continuado fiel a un tono que ya no sólo recuerda a la malograda Rubicon sino esencialmente a la serie de las series: The Sopranos [y por ende a Breaking Bad]. ¿El porqué? La perfección al conjugar thriller y drama familiar. El juego del gato y el ratón. El esconder el gran secreto a la familia. El matrimonio: Tony/Carmela, Walter/Skyler, Philip/Elizabeth. Sin embargo si hay algo en lo que no se parecen es los créditos de apertura. Mientras The Sopranos muestra un trayecto en coche de Nueva York a Nueva Jersey al son de Woke Up This Morning de Alabama 3 y Breaking Bad continuó la estela del minimalismo de Lost, la intro de The Americans son veinticinco segundos cuya principal fuente de inspiración son pósteres propagandísticos -recreados- y fotografías -líderes políticos, estatuas,...- de la década de los cincuenta y sesenta durante la Guerra Fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Todo ello sirve para transmitir al espectador qué tipo de serie es The Americans, cuyos protagonistas es un matrimonio de la KGB infiltrado en territorio enemigo durante la administración de Ronald Reagan en los años ochenta. El equipo responsable de la intro de la serie de FX es Elastic.tv, artífice también de las cabeceras de otras series como Juego de tronos (HBO), Daredevil (Netflix), True Detective (HBO), Masters of Sex (Showtime), Halt and catch fire (AMC), Justified (FX), Carnivale (HBO) y Man in the High Castle (Amazon), cuyo estreno está previsto el próximo 20 de noviembre. Luego hay casos como los de Transparent (Amazon) y Better Call Saul (AMC), la primera está compuesta por vídeos caseros de reuniones familiares -¿los Pfefferman?-  pero también clips del documental The Queen (Frank Simon, 1968), protagonizado por la drag queen Flawless Sabrina; la segunda ha sido definida por sus propios creadores, Vince Gilligan y Peter Gould junto a Curtis Thurber, como una "mierda" intencionada en oposición a la excelente calidad de las cabeceras del resto de series (**). Lo curioso del tema es que cada episodio cuenta con una intro diferente, como Broad City (Comedy Central). Por cierto, no es extrañar que la tercera temporada de The Americans y la primera de Better Call Saul copen los rankings de mejor serie dramática de lo que llevamos de 2015. Pero, señores, para cabecera buenrollera la de Gravity Falls (Disney XD), animación infantil cuya mitología sci-fi ha llegado a ser comparada con la de Fringe (Fox).

(*) La cual fue víctima del hype backlash tras un primer año meritorio en otoño de 2012. Hubo un consensuado descontento ante cómo la serie degeneró. Se llegó a compararla con Scandal. Tras una tibia tercera temporada que finiquitó el arco argumental de su premisa, se ganó la resurrección creativa y crítica en su cuarto año.
(**) De cable. La ausencia de anuncios [premium cable] permite una mayor recreación pues cuentan con mayor minutaje y metraje. Aún así, series de basic cable [anuncios, anuncios] cuentan también con cabeceras de mayor elaboración que las de network.

Bonus: No podía faltar Six Feet Under, queridos.