Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El típico tío feliz


Los Soprano, vista hasta el décimo capítulo de la segunda temporada.
"A veces todos somos hipócritas". Esa frase la pronuncia Meadow hablando con su padre Tony en el séptimo capítulo de la segunda temporada de Los Soprano (cuyo titulo corresponde al de la entrada) y aunque se podría adecuar a cualquier serie que profundice más o menos en los personajes, es perfecta para definir a los protagonistas de la serie creada por David Chase, especialmente al matrimonio Soprano. Tony y Carmela viven un matrimonio apagado a saber desde cuando, puede que en un principio fueran un calco de la pareja de Moltisanti y Adriana, ¿por qué no?, sin embargo ahora viven por y para sus hijos. Un claro ejemplo es que no se ha mostrado una escena de sexo entre ambos hasta pasado el ecuador de la segunda temporada que además no es que destaque por su pasión sino más bien por su frialdad. Por un lado tenemos a un Tony que se dedica a excursarse en que todo lo que hace dentro de la mafia es por sus hijos además de autoengañarse así mismo argumentando incluso el asesinato de ciertos miembros de ésta y por otro a Carmela, prototipo de personaje que tanto me recuerda a Betty Draper de Mad Men, que casualmente siguen la misma evolución a lo largo de las dos temporadas en ambas series. Carmela es infeliz con su matrimonio y aun así quiere a Tony (si nos limitamos a confiar en sus palabras..) y se aferra a una familia que va camino de irse al garete por culpa de los continuos deslices de su marido de los que ella está al tanto y la posibilidad de que su hija mayor se marche a una universidad lejos de casa. Llega a ser tan hipócrita el personaje que a pesar de sus problemas matrimoniales, se dedica a ver la paja en el ojo ajeno, intentando salvar el matrimonio de Angie y Pussy mientras el suyo propio se encuentra en el limbo. Y ante esta situación, uno está deseando que llegue el momento de que Carmela se suelte la melena, se deje de tanta devoción religiosa que incluso su marido le reprocha y se tire a medio vecindario. De momento la melena se la ha soltado a medias con el escarceo fallido con el hermano de su vecina. 

Y aunque me encantan todos y cada uno de los personajes de Los Soprano, especialmente Conrado, Livia , Janice y Jennifer Melfi y ha habido capítulos realmente maravillosos como Commendatori, el cual se desarrolla en Nápoles, me da mucha rabia que la serie no logre entusiasmarme ni engancharme como A Dos Metros Bajo Tierra si hizo. Será que la sombra de los Fisher es demasiado larga.. e insustituible.


domingo, 20 de noviembre de 2011

Fringe sigue dando guerra


Ligeros spoilers hasta el último capítulo emitido.
Hacía mucho que Fringe no lograba que se me pusiesen los pelos de punta, pero su último capítulo emitido lo ha logrado. Está claro, Fringe no necesita grandes artificios para sorprender al espectador, mas que nada, porque su mejor baza, últimamente, no se basa en la utilización (excesiva) de cliffhangers, sino en el desarrollo de sus personajes y precisamente el último capítulo ha sido el mayor exponente de esto. También está muy claro que Olivia es el centro del relato, ya que alrededor de ella se mueven el resto de los personajes e incluso los casos autoconclusivos, puesto que muchas veces ella se encarga de aportar su visión u opinión acerca de ellos, identificándose con las víctimas y aplicando lo sucedido en su vida personal. Un claro ejemplo es el de este último capítulo, al simpatizar Olivia con Eugene porque éste durante toda su vida ha estado únicamente viendo a otras personas vivir sus vidas y al tener varias conversaciones con Lincoln y Astrid acerca de si pueden soportar su trabajo, ella se pregunta el porqué de su dureza y la razón por la que aún no ha descubierto el lugar al que pertenece, llegando a dudar si se debe a los experimentos con el cortexiphan.

Cabe destacar también la relación entre Olivia y Lincoln, que además de no resultar forzosa para crear un triángulo amoroso del que ninguno de sus integrantes es consciente, está construyéndose de una forma muy bonita. Un (otro) claro ejemplo de esto son los primeros minutos del último capítulo, encontrándose de forma fortuita a las tres de la madrugada en una cafetería y manteniendo una de esas conversaciones que hacen que Fringe no sólo sea una serie de ciencia ficción. Y hablando de triángulos amorosos, creo que los guionistas saben muy bien lo que hacen, más que nada porque el formado la anterior temporada también estuvo perfectamente construido, además de tener sentido por la situación. Otra relación que me está pareciendo muy interesante es la de Olivia y Nina, ya que aunque durante todas estas temporadas, especialmente en los inicios de la serie, Olivia siempre ha dudado de Nina y Massive Dynamic, ahora el tener un paresteco más o menos familiar, hace que las confrontaciones entre ellas den más juego.

Con respecto a los Bishop, sigue sin convencerme la idea de que Peter quiera volver a su línea temporal y me resulta un poco molesto que Walter siga sin querer salir del laboratorio.

A pesar de lo dicho en el primer párrafo, Fringe no puede vivir sin cliffhangers y el de este último capítulo ha sido potente y misterioso además de relanzar a uno de los personajes más enigmáticos y menos aprovechados, Nina Sharp, por lo que estoy impaciente por que llegue enero y presenciar el esperado "sprint" de la cuarta temporada. La cosa promete.


domingo, 6 de noviembre de 2011

La reminiscencia de Fringe


En el mundo de las series, volver a los orígenes puede tener dos respuestas, la negativa, es decir, un intento de dotar a la ficción de frescura siendo más un retroceso que un paso hacia delante y la positiva, que hace que lo que estés viendo te haga recordar al mejor tramo/momento de la serie. Y Fringe se encuentra en el segundo barco, porque aunque no llegue a entusiasmarme como si hizo durante la primera (y tan valorada) mitad de la tercera temporada o incluso durante sus dos anteriores, esta cuarta temporada, absolutamente empapada de guiños al pasado y casos autoconclusivos, reciclando tramas e incluso personajes, va cogiendo tono poco a poco. Fringe es ciencia ficción, pero últimamente se ha dedicado más al tratamiento de temas mas bien terrenales, a sus personajes y sus emociones que a hacer estallar la trama, que ya de paso, me gusta mucho la idea de los cambiaformas 2.0. a pesar del olor a nostalgia que ha desprendido este último capítulo con la mala de turno escribiendo en la ya famosa máquina de escribir. Acerca de la trama central del inicio de la temporada, era inevitable el regreso (sin muchos artificios) de Peter y no creo que haya sido un movimiento acobardado por parte de los guionistas el traerlo de vuelta tan pronto. Lo que si que creo es que los guionistas han arriesgado poco en las innovaciones (sutiles mas bien) de este tercer universo, o por lo menos estas novedades se están desvelando a cuentagotas.

Sin prisa pero sin pausa, así está Fringe actualmente.

La reina de Los Hampton


¿Aún no has visto el culebrón de la temporada, Revenge?
"This is not a story about forgiveness". Eso es lo que dice Emily Thorne en su particular presentación durante el piloto de Revenge "prometiéndonos" una venganza sin escrúpulos. Sin embargo creo que esa venganza por fascículos se ha quedado ahí, en promesa de momento, ya que me interesa mucho más un personaje que la principal trama mas que nada porque por ahí pulula, la para mí desconocida hasta hace dos días, Madeleine Stowe dando vida a Victoria Grayson, personaje culebronesco donde los haya. Pero esa caracterización tan extrema e incluso irrisoria es lo que más me atrae de la serie. Esas miradas intensas desde su balcón vigilando a Emly/Amanda, esas bofetadas tan glamurosas como panes que reparte, ese típico amor frustrado del pasado, esas peleas dialectales con Lydia, su ex mejor amiga y amante de su marido (de menor nivel que las de Constance y Moira en American Horror Story he de puntualizar), hacen que Victoria eclipse totalmente a la sosa de la protagonista, de la que cabe mencionar sus monólogos en off al principio y final de los capítulos, telita.

Y como en un buen culebrón no puede faltar una caida "accidental" de una terraza, la "pobre" Lydia ha sido la elegida para protagonizar una de las escenas más cutres pero memorables de lo que llevamos de serie.

martes, 1 de noviembre de 2011

Homeland, pisando fuerte.

Crítica de Homeland, nostalgia por Rubicon. Esa parece ser la tónica general en los comentarios sobre Homeland, que no discuto, pero Rubicon me cansó incluso antes de su soporífero ecuador, cosa que la nueva serie de Showtime no está haciendo, es más, creo que junto a American Horror Story, Friday Night Lights y alguna que otra serie británica, es de las pocas series que me lo haya hecho pasar tan bien en sus primeros episodios. ¿Que de qué va Homeland?


Durante el visionado de cualquiera de sus primeros cinco capítulos, muchos pensamientos son los que te pasan por la cabeza. Uno de ellos es el estar presenciando algo grande, muy grande, y que además va por el genial camino de ser incluso mejor. Otro es el de que Claire Danes tiene una cara de desquiciada total, pero eso es otro tema. Y claro, para poner por las nubes a Homeland uno tiene que hablar de sus personajes, porque la trama puede resultar de momento un poco simple, a pesar de lo entretenida, atrayente y efectista que también es, pero son sus personajes los que claramente aportan ese gran nivel dramático a la serie.

Ligeros spoilers, allá tú.
Muchos dramas en el frente, destacar dos. El de Brody, el cual tras haber estado preso por una banda terrorista durante ocho años, debe hacer frente a una vida pública de la que en un principio reniega y también a una familia a la que practicamente no conoce, principalmente sus hijos, y a una mujer (Jessica, interpretada por una guapísima Morena Baccarin) a la que debe intentar querer como lo hacía antes de que se marchase a Iraq, algo practicamente imposible ya que debe afrontar la posibilidad de que ésta haya tenido más que palabras con su mejor amigo, Mike. Y el de Carrie, teniendo que afrontar la misión de demostrar sus sospechas sobre el sargento Brody y la investigación sobre Abu Nazir, además de su propia enfermedad. Pero no sólo de sus protagonistas vive Homeland, porque por ahí también está Mandy Patinkin interpretando a Saul, mentor de Carrie y encargado de ponerle siempre los pies en la tierra con respecto a sus sospechas. Y como plus, en este último capitulo emitido, conocemos su situación personal bastante perjudicada por su trabajo en la CIA. 


Con respecto a la trama, además de lo dicho anteriormente, no juega al despiste (obviando la ambigüedad del personaje de Brody), ofrece bien sus cartas y va con pies de plomo ofreciendo la información justa, accesible y no tramposa para así provocar intriga en el espectador sin que éste se pierda (¿alguien ha dicho Rubicon?). Y como punto a favor, no recurre tampoco a fallidos o tramposos cliffhangers permitiendose incluso el lujo estos dos últimos capítulos de finalizarlos sin soltar ninguna bomba. Aunque a decir verdad tanto la escena final del cuarto capítulo con la conversación Brodry-Carrie como la del quinto capítulo con una Carrie nerviosa, sin poder dormir y sentada en las escaleras son potentes en mi opinión. Especialmente la del cuarto, ya que se atisba una posible relación mucho más cercana entre los protagonistas de lo que yo esperaba.

En conclusión, Homeland cumple las expectativas, y mucho.

Las reinas de American Horror Story

Si no aún estás enganchado a American Horror Story y no has visto su último capítulo mejor que no continúes leyendo.

Segunda escena del tercer capítulo de American Horror Story, hace presencia una jovencísima Constance (Jessica Lange) enfundada en un vestido rojo y con un revólver en la mano. Se limita a contonear sus caderas hasta llegar a la habitación donde su marido está violando a la ama de llaves, Moira. Si esto fuese una telenovela colombiana, seguramente se librasen de la muerte y ella acabaría en la cárcel o muerta, pero esto es American Horror Story y Constance está muy loca y antes de empezar su discurso de celosa y desquiciada, ya le ha metido un balazo en el ojo a Moira. Es el turno de su marido.

Y así siempre, Jessica Lange (la cual hace un papel precioso en Big Fish) se come la pantalla cada vez que aparece en escena. Constance es un personaje ambiguo, siniestro, desequilibrado y cruel, se tira a hombres muchísimo más jovenes que ella, no repara en ridiculizar a su hija con Síndrome de Down y forma parte del trío calavera junto a Moira y Nate. Me encanta, simplemente me encanta.

Turno de venerar a Frances Conroy, a la que veo más como Ruth, matriarca de la familia Fisher en A Dos Metros Bajo Tierra, que como Moira, la ama de llaves. Pero ella lo borda con su voz tan frágil acorde con el personaje tan mortificado y afligido que debe interpretar y además de ser enigmático ya de por sí, sus escasas apariciones durante los episodios hacen que ese halo de misterio que le rodea incremente. Cabe destacar una de las escenas más dramáticas del cuarto episodio en el que Moira decide quitarle la vida a su madre. Todo muy devastador.

Las luchas dialectales entre Constance y Moira son una delicia, ¿cuantas perlas envenenadas pueden soltar en menos de tres minutos? Yo me parto con ellas, a pesar de lo infelices que son; una viva, la otra muerta.

lunes, 31 de octubre de 2011

La muerte hace horas extraordinarias

La muerte es ese tema del que casi todo el mundo huye en una conversación o evita pensar pero muchas veces también la razón por la que numerosas series y/o películas atraen a los espectadores expectantes para ver como se va a tratar. Es más, en muchas ocasiones, los momentos más emotivos e intensos de un relato corresponden a la muerte de algún personaje y las consecuencias de ésta, como si de un comodín se tratase.

El título del post corresponde al también titulo de un capítulo de la tercera (y peor, en mi opinión) temporada de A Dos Metros Bajo Tierra , esa serie que narra la vida cotidiana de la familia Fisher, poseedora de una empresa funeraria en Los Ángeles y que además es capaz de hacértelo pasar bomba y ponerte los huevos de corbata en un mismo capítulo. El visionado de sus 63 episodios suponen una orgía de sentimientos y sensaciones a flor de piel, resulta ser el mejor antídoto contra la tristeza al hacernos sentir mejor al ver que nuestra vida no es tan jodida como la de la familia Fisher, pero a la vez tiene la misma utilidad que las canciones de Snow Patrol, deprimirnos. Y sobre todo, tiene la virtud de hacernos pensar, de incluso replantearnos nuestra propia vida al ver la de sus personajes. El cómo es muy sencillo, los guionistas se limitan a abordar los temas más personales y mundanos, como el miedo, la decepción, las ilusiones, las relaciones personales y obviamente la muerte. Y es que a pesar de sus muchas licencias como que los personajes puedan hablar con los muertos o que de un momento a otro se pongan a cantar y a bailar sin venir a cuento, tiene la grandiosa cualidad de resultar terriblemente creíble en todos sus aspectos.















En conclusión, A Dos Metros Bajo Tierra es coherencia, cohesión, empatía, maravillosa banda sonora, continuas lecciones de vida, un golpe a tu estómago y a tu conciencia, un desfile de frases punzantes que siempre recordarás por una u otra razón, el retrato maravilloso y a la vez desmoralizador de unos personajes (in)creíbles, y sobre todo, la serie de mi vida.

¿Mis personajes favoritos? Claire, Ruth y Brenda, sin lugar a dudas.
¿Mi escena favorita? Una correspondiente al primer capítulo de la cuarta temporada en la que Claire, vestida de luto, está en su cama observando unas fotos.
¿Mi frase favorita? El futuro es un puto concepto que utilizamos para evitar estar vivos hoy, asi que intenta estar aquí y ahora.
¿Pegas? Algunas, pero son tan olvidables..


domingo, 12 de junio de 2011

Sorpresas te da Mad Men

Y he aquí un nuevo ejemplo de como los prejuicios o la simple vagancia hacen que uno tarde tanto en ver una serie para luego maldecir esa tardanza, la grandiosa Mad Men. De todo lo que leí, o mejor dicho, de todas las ideas que me hice de esta serie prácticamente ninguna se ha hecho realidad, la serie ha sido completamente diferente desde el primer capítulo hasta el último de la segunda temporada.
Pequeños spoilers de las dos primeras temporadas.
Quién diga que la serie es lenta es que no tiene ni puta idea, hablando mal y rápido. Hace tiempo leí que existían algunas series cuyas temporadas parecían ser construidas como grandes y largas películas en las que todo era coherencia, pues creo que Mad Men se incluye dentro de esta excepcional categoría. Me ha fascinado ver la cocción "a fuego lento" de todas y cada una de las tramas de los personajes ya sean principales o secundarios, el tratamiento y la aparición justa y necesaria de éstos sin olvidarse de ninguno de ellos, el humor y sobre todo la utilización (también justa y necesaria) de los flashbacks en los momentos clave.


 A decir verdad, Don Draper no es el personaje que más me interesa de la serie e incluso puede que vaya a decir alguna aberración pero más de algún personaje secundario me llama más la atención que él, como Salvatore. Pero en mi caso, Donald se ve claramente eclipsado tanto por su mujer como por su(s) secretaria(s) sin olvidarme de Pete o Sterling. Betty me cautivó desde el primer momento con esa tristeza a pesar de tener la vida resuelta con una familia perfecta y una casa en las afueras alejada de Nueva York y de los escarceos de su marido, la cual poco a poco ha ido cambiando de idea o le han hecho cambiar de idea. Había leido que Don y Betty iban a separarse pero no cuando por lo que no me esperaba que fuese tan pronto, y esos momentos del último capítulo de la segunda temporada con Betty liándose con un hombre en el bar y la confesión a Don de que está embarazada de nuevo son orgásmicos (sí, orgásmico) después de presenciar toda su evolución.


Lo mismo ocurre con la evolución de Peggy (Elisabeth Moss tiene una belleza un poco rara..) dentro de Sterling Cooper y la historia de amor con Pete, la cual me gustó mucho en la primera temporada y que comprensiblemente se vio disminuida en la segunda después de todo el bombazo que había ocurrido al final de ésta, pero las miradas continuaban en las reuniones, las discusiones entre ellos por cualquier tema menos el suyo propio continuaban ahí, pero todo tiene un límite y sobre todo si estás presenciando el conflicto de Estados Unidos y Cuba (¡que yo he estudiado este año!), por lo que al final del último capítulo de la segunda temporada, Peggy está harta de que todo el mundo piense que es perfecta, de la pesadez del cura en sus continuos intentos de que se confiese por lo ocurrido con su hijo y de equivocarse siempre con los hombres (el homosexual que la invitó a un concierto y le cambió el estilismo) por lo que decide confesarle a Pete la razón por la que ella no es perfecta en una escena brutal que te mantiene en tensión a base de una conversación como la mayoría de las escenas de Mad Men. ¿Y Sterling y Joan? ¡Ai, me encantan, juntos y por separado!


A quien madruga dios le ayuda..
Mad Men ha supuesto un gran estímulo, ya sea por su dinamismo, la gran caracterización de todos y cada uno de sus personajes, las mil y una escenas memorables,  las canciones de sus créditos o las amantes tan dispares de Don que tan interesantes siempre son (¡el recuentro de Don con Rachel mientras cena con Bobbie es impagable!), pero eso sí, nunca por esas escenas de sexo en las que los personajes van más vestidos que cuando salen a la calle, por favor..




miércoles, 8 de junio de 2011

Good Bye Tara!


¿Por dónde empezar? Llevo la tira (un mes, dos meses, ¡tres meses!) sin escribir y la poca práctica que tenía se ha esfumado por completo, no he visto muchas series que digamos estos últimos meses así que me resultaba muy perezoso tener que escribir de las dos series que estaba viendo; Fringe y Nikita y últimamente además pensaba que no aportaba nada dando mi visión de las series, cero originalidad. Pero hoy aún sin haber acabado en antepenúltimo capítulo de United States of Tara, me han entrado ganas de escribir sobre ella a pesar de su inminente final por culpa de su cancelación, sobre todo lo que me está trasmitiendo como en su día lo hizo Friday Night Lights, que por cierto terminé su quinta temporada allá por principios de abril, y es de las pocas series que día sí y día también recuerdo por algo en concreto, y es que no creo que vuelva a ver un final tan humilde, tan abierto y tan precioso. A lo que iba, tenía muchas ganas de ver como se desarrollaba el bombazo del final de la segunda temporada de la serie de Showtime y entre que no tenía muchas series que ver y que terminé la temporada en verano, tenía mono de Tara o más bien de su familia, que me gusta más que ella, porque voy a confesar que me encanta como actúa Tony Collete interpretando a los alter de Tara pero donde más chirría su actuación en mi opinión en justamente dando vida a Tara, no me la creo, es demasiado falsa e incluso a veces parece que esté interpretando a otro alter.

Ahora, sí, a partir de aquí spoilers hasta el 3x10

Sí, reconozco que se me estaban haciendo muy pesados los primeros capítulos de la tercera temporada, no veía esa esencia tan molona ni la mala leche tan característica, pero la cosa se puso demasiado interesante en pocos capítulos, incluso antes ya del ecuador de la temporada. Y como no había leído ningún spoiler sobre lo que ocurriría ni acerca de la aparición (o desaparición) de alters, me llevé un sorpresón cuando tuvieron la valentía de dar vida al alter de Bryce Crane y tirar la casa por la ventana, que aquí si que sí, Tony Collete se lució con esa cara de mala uva cuando salió de la fiesta de su hermanita y el concierto del buenazo de su marido. También es cierto que en mi caso me está resultando mucho más dramática esta tercera temporada, el tema de los abusos de Tara por parte su hermano me parece un tema demasiado peliagudo como también el corto (¡me encantó el guiño a Woody Allen en los creditos!) de Marshall retratando a su padre como una víctima de la múltiple personalidad de su madre, llegándose a preguntar la razón por la que tuvieron hijos o que aún no hubiera abandonado a la familia o la muerte de Lionel, que sí, que era un pedante y ese rubio platino era horroroso, pero de ahí a que obliguen a Marshall a madurar de esa manera.. me ha parecido un poco "hardcore". Pero todo esto hace indicar que lo más interesante de Tara, son sus "estados unidos", su familia, las tramas de ellos que aunque a pesar de lo simples que pueden llegar a ser como la de Kate con su enésima historia de amor, esta vez con un madurito divorciado y con hijo, son lo más importante. Y la razón por la que me han entrado ganas de escribir sobre la serie ha sido una conversación entre los hermanos Gregson durante el 3x10 en el que hablaban de huir, de irse lo más pronto posible de casa y dejar a un lado los dramas de su madre para poder tener los suyos propios.

Yo no veo necesaria una cuarta temporada, los personajes están cambiando y madurando a medida que Tara poco a poco se está desintegrando por dentro (y por fuera...) pero me temo que tendremos un final abierto con una Tara no recuperada y una familia aún más desestructurada..

Por último, en diez capítulos ha habido demasiados momentos WTF? pero me quedo con el de Charmaine rompiendo aguas mientras T estrella el coche.

lunes, 21 de marzo de 2011

La magia de Friday Night Lights


Friday Night Lights prometía volver a sus orígenes en su tercera temporada tras esa irregular segunda de la que sinceramente recuerdo pocos capítulos memorables, además, el primero de ellos supuso el principio de una trama más bien incompatible con el tono de la serie como fue el asesinato del acosador de Tyra por parte de Landry, por lo que tenía muchísimas ganas de ver de nuevo la magia de Dillon que tan poco se había paseado por Texas en los quince inconclusivos capítulos por culpa de la huelga de guionistas.
¡Cuidado, spoilers hasta el 3x13!
Estos trece episodios han servido para despedir a dos personajes como Smash, personaje que nunca me había entusiasmado y que sólo me apenaba su marcha porque también suponía la de su madre, y Jason, personaje que si me había entusiasmado sobre todo en la primera temporada cuya desgracia supieron los guionistas tratar de una forma tan magistral que incluso me recordó en una infinidad de aspectos a un caso familiar. Han servido para presentarnos a una familia completamente diferente a los Taylor, los McCoy, y centrar mi odio sobre todo en Joe el cual es capaz de utilizar como marionetas tanto a su mujer pero sobre todo a su hijo, al que incluso le obliga a cortar con su novia para centrarse en el fútbol, llegando a golpearle en uno de los últimos capítulos de la temporada en una de las escenas más crudas que creo haber visto de la serie. También han servido para ver como Lyla decidía quedarse en Dillon con su padre tras la marcha de su madre y sus hermanos y seguir adelante con la relación con Tim, que me ha parecido divertida, preciosa y emotiva a partes iguales. Divertida por los momentos en los que Lyla se fue a vivir a la casa de los hermanos Riggins, preciosa por lo tanto que se han ayudado y apoyado mutuamente y emotiva porque porque finalmente el destino les separa, yendo finalmente Lyla a una universidad distinta a la de Tim. Pero sobre todo estos trece episodios han servido para unir definitivamente a Julie y Matt y Tyra y Landry, que aunque yo prefería que quedasen como mejores amigos que como pareja ,en el último capítulo cambié totalmente de idea con escenas como la de Landry gritándola histérico en mitad de la carretera que siempre había confiado en ella o cuando Tyra abre el sobre para saber si la aceptan o no en la universidad. Por último decir que me gustó mucho la inclusión del personaje de la madre de Matt.

Nunca me cansaré de decir la gran facilidad que tiene la serie para dejarte con el corazón en un puño sin la necesidad de cliffhangers, lo cruda y real que puede llegar a ser simplemente mostrándonos las inseguridades de los personajes con las típicas dudas y miedos que todo bicho andante toda persona tiene. Será que desde el segundo episodio ya amé a esta serie, pero es tan real que incluso Tammy se queja de que alguien ha metido la botella de agua vacía en la nevera. Friday Night Lights es una puta obra maestra, hace sentirte parte de Dillon. Tengo tantas escenas en mi cabeza que ni siquiera me digno a destacar una, que cojonudamente grande es.

jueves, 3 de marzo de 2011

Desmontando lo que da de sí febrero

Si os soy sincero, se me da fatal titular las entradas, sin embargo hoy se me ha ocurrido homenajear a Woody Allen con un título parecido a una de sus películas, la genial Desmontando a Harry. Algún día tendría que hablar sobre mi tardío descubrimiento de las películas del director y mi predilección por sus historias de amor tan bien contadas que tan ñoño, remilgado, melindroso, quejumbroso, sensiblero, apocado, timorato y pusilánime me ponen, pero hoy no es precisamente ese día. Hoy toca hablar sobre lo que me quedó pendiente la anterior entrada, a pesar de que tenía planeado hacerlo el pasado domingo.

En este mes me ha dado tiempo para descubrir a Shawn Ryan y algunas de sus series como The Shield y The Chicago Code. Con la primera de ellas tengo una especie de "deja vu" con Breaking Bad, la cual me zampé en verano más rápido de lo que hubiese querido, ya que aunque en trama se parezcan poco o nada, me recuerdan lo densas que pueden llegar a ser y lo incapaz que me veo de ver más de un capítulo al día. Por esa razón además pienso que la cuarta temporada de Breaking Bad será la que más disfruté a pesar de los increíbles 33 capítulos anteriores. Volviendo a The Shield, el piloto me dejó impactado a lo largo de sus casi sesenta minutos pero fue en los últimos cuando me dejó absolutamente trastocado ya que en ningún momento esperas el asesinato de Terry por parte de Vic, es más, piensas que la trama de la infiltración de éste puede dar juego al menos a lo largo de la primera temporada pero ni siquiera se te pasa por la cabeza ese giro de guión. Con respecto al protagonista, aún no le he cogido el truco, es más, me cae mal, sin embargo lo poco que se ha mostrado sobre su familia me ha parecido bastante interesante. Sobre todo me gusta la pareja de Dutch  y Claudette resolviendo los a primera vista simplones casos episódicos pero que derivan en interrogatorios y juegos entre los policías y los delincuentes más que potentes e interesantes.

También me ha dado tiempo casi a terminar la segunda temporada de Friday Night Lights, de la cual aún me quedan los dos últimos capítulos que no he encontrado en muy buena calidad que digamos, por lo que pensaba comprarme sus primeras temporadas en DVD pero ¡oh que sorpresa! la segunda temporada no está editada en España. Con respecto a la trama, me ha gustado el cambio de Lyla, la relación entre Matt y Carlota , las ideas y venidas de Tim y todo lo que tuviese que ver con el matrimonio Taylor pero vamos.. me chirrió demasiado el asesinato de Landry al acosador de Tyra. Además he leido que la tercera temporada supone una especie de borrón y cuenta nueva de la serie y que se olvidan de muchas tramas abiertas de la segunda.

Por otra parte está Fringe con la que estoy un poco decepcionado después del parón navideño y espero poder dedicarle una entrada entera en las próximas semanas, asi que hoy me despido recomendándoos Fargo de los hermanos Coen si no la habeis visto, a pesar del mal cuerpo que se te queda después de verla.

domingo, 27 de febrero de 2011

Adiós vago febrero

Incapaz, inútil. Pretendía buscar más adjetivos para denominar como me encuentro ante el blog, supongo que va por rachas, unas veces en la que escribes tanto y otras en las que casi ni tocas el teclado para escribir una mera entrada. Tendría que prestarle más atención , pero de intenciones está el capricho del ser humano que luego ni cumple. Pero hoy me he levantando pensando primero en otros temas que no vienen al caso y después en que debía al menos subir un poco el número de entradas publicadas en febrero. Así que hoy toca repaso a lo que ha dado de sí este mes.
Con spoilers sobre Skins y Nikita
Con Skins estoy disfrutando como nunca lo había hecho con esta serie. Sus anteriores cuatro temporadas me gustaron, es más, a pesar de la opinión generalizada sobre que la primera generación es la mejor, yo disfruté y hasta sufrí mucho más con las vivencias de los chicos de la tercera y cuarta temporada, sobre todo con la relación y la trama tan bien construida entre Naomi y Emily . Uno que es raro y en su casa lo saben. Pero ha sido en esta quinta temporada cuando realmente estoy encantado con la serie y su tan preciosa fotografía que nos muestra un Bristol tan bonito pero a la vez tan devastador. Pasados el ecuador de la temporada, me decanto por el cuarto capitulo centrado en Liv como el mejor episodio hasta el momento. Si ya el centrado en Mini me había parecido una genialidad, el siguiente supuso esa mezcla tan explosiva característica de Skins que la coloca como una de las mejores series tanto en el panorama británico como estadounidense, con ese retrato de la familia de Liv tan rara pero también tan propia de la serie con una madre más afín a la demencia que a la cordura, una hermana mayor encarcelada que ironías de la vida o pajas mentales mías supone la vía de escape para la adolescente cuando necesita contar sus problemas o liberarse de toda su carga emocional y una hermana pequeña aficionada a la ciencia ficción que a pesar de lo joven que es, es capaz de darle incluso lecciones de madurez a su hermana adolescente. Además el capitulo nos mostró a un Matty alejado del misterio dejándonos conocerle poco a poco hasta finalmente descrubrir que es hermano de Nick, una historia absurda y alocada vivida por Matty y Liv que nos deja con un personaje tan estrambótico y repugnante como el del propietario de la tienda de disfraces y una mirada al pasado (gracias a "Sor Frankie") y también al futuro entre la relación de Liv y Mini. Skins a día de hoy es el claro ejemplo de la célebre frase renovarse o morir

¡Esa Niki como mola se merece una ola!
Con Nikita estoy más que satisfecho e incluso orgulloso de ser su seguidor después de los dos últimos capítulos emitidos. La verdad es que tras su regreso después del parón de casi dos meses y el anuncio de que la trama se iba a amoldar al público mayoritario de la cadena, desconfiaba bastante de aquella maniobra y los derroteros por los que se iba a decantar la serie. Pero nada más alejado de la realidad y después de un par de capítulos más bien flojetes y demasiado centrados en las relaciones sentimentales, los guionistas se han puesto de nuevo las pilas y han vuelto a las andadas regalándonos dos episodios a la altura del 1x11 que supuso el cierre de la primera parte de la temporada. Con la revelación total de la procedencia de Alex que ni siquiera me esperaba a pesar de que Amanda ya se había percatado en anteriores capítulos, el reencuentro entre Michael y Nikita luchando de nuevo juntos tras el frustrado asesinato a Kasim, el descubrimiento por parte de Michael de la alianza entre Nikita y Alex y la decisión de la joven de dejar de vengar a su padre y desligarse finalmente de 'La División' antes de que la cosa se le vaya de las manos y su vecinito acabe como el difunto Thom, tendremos que esperar nada más y nada menos hasta abril para ver como se las apaña nuestra Niki de anfitriona ante la inesperada visita de Michael. ¿Tomarán pastas y té, volará el loft en mil pedazos o ambas cosas? Está comprobado que en esta serie todo es posible, hasta reirse de ellos mismos.

No pensaba enrollarme tanto hablando sobre Skins y Nikita así que mañana terminaré de hacer balance. Por cierto, acabo de empezar con dos series de Shawn Ryan, ahí lo dejo...

sábado, 12 de febrero de 2011

Las chicas buenas no tragan

Spoilers del 5x03 de Skins

Y el castillo de la "princesa disney" se derrumbó. Estaba esperando el momento en el que el mundo tan rosa en el que vivía Mini desapareciese y el color predominante fuese el gris. Lo que no me esperaba es que fuese tan pronto y que todos los conflictos se desarrollasen en el último capítulo emitido de 'Skins'. Todos conocemos este tipo de personajes que poco a poco se van descubriendo sus inseguridades, sus puntos débiles y sus mentiras, pero 'Skins', tan acostumbrada a contar la misma historia de siempre pero dotándole de una tan característica originialidad que a mi me encanta, lo ha hecho de nuevo con 'Mini' y su particular batalla interior, que al final del capítulo ha hecho acrecentar aún más.

Mini se autoengaña, miente para que no descubran su fragilidad, pretende que todo, absolutamente todo sea perfecto al milímetro, que todos los acontecimientos de su vida se caractericen por la excelencia, pero todo eso acrecienta aún más la caída y el engaño que gira alrededor de su vida. Porque aunque parezca que ella se quiere así misma, es todo lo contrario. Cuida exageradamente su cuerpo pero se despreocupa de ser arrastrada por sus celos, sus manías y sus miedos como se ha demostrado durante los cuarenta y siete minutos del episodio, haciendo parecer una experta en el sexo cuando realmente aún no ha perdido la virginidad e incluso tiene miedo a hacerlo, y muriéndose de celos (anticipándose pero con razón) por la posible relación entre su novio y Liv, la cual ha demostrado ser un personaje de lo más retorcido, falso y posiblemente mucho más ruin que la propia Mini, primero soltándole el rollo de mejor amiga para luego tirarse a Nick.
Sé, debajo de todo ese maquillaje, que sólo eres una asustada y pequeña virgen. ¡Mira, aún te quiero! Pero soy la única. Asi que madura ¿vale?, antes de que te quedes sola. ¡Ordena tus ideas, perra idiota!                                         
Por lo que ante toda esta situación era previsible un cambio de tuerca centro de la cabecita de "la barbie de Bristol" pero contra todo pronóstico, al ver salir de una habitación a Liv y a Nick vistiéndose, no decide otra cosa que lanzarse a los brazos de su ¿novio? y proponerle ir a su casa a hacerlo de una vez, aferrándose de nuevo a su mundo de color rosa omitiendo los continuos fallos. Si tuviese que elegir un par de escenas del episodio, me quedaría con el acercamiento entre Franky y Mini (¿soy el único que cree que estas dos van a acabar juntas y revueltas?) y el tímido beso entre Rich y Grace. 

Por cierto, se me habían escapado algunos detalles como por ejemplo la relación entre Mini y su madre y la fugaz aparición de Matty. ¡Os dejo con una de las canciones que ha sonado durante el episodio!



viernes, 4 de febrero de 2011

Cartas a Eva

Cuidado, spoilers hasta el final de la tercera temporada de 'La Pecera de Eva'.
Te despediste un 25 de noviembre inesperadamente con un capítulo quizás demasiado extraño para cerrar una grandiosa tercera temporada que poco a poco consiguió recuperarse de ese tono tan dubitativo que presentabas al principio de la misma. Pero tú eres distinta al resto de las series y decidiste cerrar la trama con un capítulo recopilatorio (de esos que tanto te gustan para contar historias más alejadas de la trama principal) de un personaje que aunque no haya tenido mucha presencia durante la tercera tanda de episodios seguramente tenga mucha más en la siguiente, ''La López'', un gran acierto de personaje que ya en su primera aparición te gana por su caracterización. Ella es distinta, especial y la mejor compañía para poder sentarte en cualquier rincón del instituto y compartir tus frustraciones y miedos además de bocadillo (o croquetas pasadas). Si ya de por si me gustó la trama de Ari durante la segunda temporada intentando buscar su verdadera identidad, esperaba ansioso la continuación (que se hizo de rogar) de ese final tan bonito pero a la vez tan poco esperanzador entre ella y Tamara, no era posible un bonito final para ellas a corto plazo y así se demostró con una Tamara sorprendentemente embarazada y una Ari que obligatoriamente tuvo que madurar para sacar a flote esa relación.  Por lo que la irrupción de "La López" en la vida de la joven lesbiana elevó mi interesés hacia esa trama. Cada conversación, cada grito, cada confesión suponía la construcción de una relación tan tierna entre psicóloga y paciente que hasta a veces parecía indicar que también era amorosa (afortunadamente no se cayó en el recurso fácil para establecer una historia llamativa entre ambas). La progresiva evolución de Ari con respecto a su pareja y el bebé que venía en camino fue un caramelo, esas idas y venidas no daban cabida a un final feliz pero si quizás esperanzador. La pareja decidió darse un tiempo, asimilar ese camino tan corto, intenso pero lleno de piedras y volver a su anterior vida, Ari desligándose de aquella madurez forzada y únicamente llevando una vida de estudiante mientras Tamara continuando con ese embarazo, con la esperanza de que con el paso del tiempo pudiesen quedar, ir al cine y ser una pareja normal de adolescentes omitiendo que hay una criatura en medio.

También nos regalaste a tus seguidores otra historia de amor aún más bonita que al principio se mostró un poco forzada con la incorporación de César al instituto (con esa escena de él contemplando a Eva durmiendo en la consulta) después del inesperado abandono de Pep con el que Eva tenía una más que atrayente e interesante tensión sexual no resuelta. Pero aunque el principio resultase poco creíble, el desarrollo fue impecable con cada escena que compartían ya fuese hablando de los casos que tenían o de sus propias vidas. Y aunque ambos quisiesen alejarse por unos motivos o por otros, no podían remediar la existencia de ese sentimiento tan fuerte que les unía y que se materializó con la confesión por parte de Eva y ese beso (para mí uno de los mejores que he visto despues de los de Peter y Olivia en 'Fringe') en uno de los últimos capítulos. Las cosas se presentan crudas pero también bastante interesantes después de la confesión de César a Eva de que tiene sida.

Sé que me dejo muchas cosas en el tintero como la trama de Sonia, de Taher y Malik, de Fabián o de Ana pero entonces me saldría un post demasiado largo. Has demostrado ser la serie que ha logrado diferenciarse de las típicas "españoladas" ya sean dramedias familiares o supuestas series juveniles que reflejan la realidad como 'Física o Química'. Espero que pronto los excelentísimos programadores de Telecinco o Cuatro, porque yo ya no me aclaro, se decidan a estrenar tu cuarta temporada y poder volver a disfrutar de ti.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Ángel o Demonio

Tenía muchísimas ganas de ver 'Ángel o Demonio' pero ese intereses estaba producido principalmente por el antecedente de sus guionistas, 'Hay Alguien Ahí', la cual no me entusiasmó mucho en su primera temporada, es más, hubo varios capítulos que ni siquiera me molesté en verlos, pero tras ese final tan memorable y una segunda temporada que presumiblemente iba a ser la última  mis expectativas subieron como la espuma esperando que las tramas diesen de sí y se demostrase que 'Hay Alguien Ahí' era una genial apuesta por la fantasía. Y la cosa no pudo ir mejor, una trama más acelerada y muchísimo más interesante donde echaron toda la carne en el asador a pesar de ese  final (paso de dar spoilers, quien haya visto la serie sabrá a que me refiero).
                                            ¡A partir de aquí detalles del primer capítulo!
Divinos de la muerte

Si soy sincero, antes de empezar a conocer con mucha más profundidad la trama de la nueva serie me esperaba que continuase con el esquema de 'Hay Alguien Ahí, y al descubrir ese enfoque juvenil me llevé un señor chasco. Mis sensaciones tras ver el larguísimo y casi interminable capítulo son demasiado encontradas pero lo único que sé es que el próximo martes veré el segundo, además de tener un interés adicional por la participación episódica de Marina Salas (¿He dicho alguna vez que amo a este pedazo de actriz a pesar de que se encasille en sus personajes con tan mala uva?) Es verdad que he encontrado más aspectos positivos que negativos en ella, me gusta la protagonista, el dilema que se ha planteado entre el bien y el mal y sobre todo su interacción con Natael.

Me han resultado muy interesantes todos los integrantes de la familia de ángeles caídos aunque me parezca demasiado chirriante ese rol de bitch por parte de Mar Saura que espero se amolde a él y sobre todo la voz que han decidido cambiar a Carmen Sánchez (¿habeis visto sus sketchs en 'Sé Lo Qué Hicisteis haciendo de mini-Patri?) en su papel de Duna, pero una de las que me ha sorprendido ha sido Carla Nieto dando vida a Iris que aunque me siga disgustando como actriz me ha parecido muchísimo mucho más correcta ahora que por ejemplo en 'Acusados' o 'El Síndrome de Úlises' (sí, yo veía esa serie), además me ha encantando ver esos posibles tintes lésbicos del personaje que confío que los guionistas aprovechen y no sólo sean una mera anécdota del piloto. De la presencia masculina en la familia no puedo hablar mucho que digamos porque la interacción de Graziel simplemente ha sido para que se luzca el resto de féminas con dardos envenenados hacia él y dar el punto humorístico y del personaje de Damián poco he sacado a parte de que me repele por completo su historia tan ñoña con Valeria y esos diálogos tan escasamente creíbles entre ambos. Por cierto, espero que el papel de Laura Aparicio no sólo se restrinja al de directora del instituto y pueda ofrecernos un personaje igual o más interesante del que desempeñó en la ya citada mil veces 'Hay Alguien Ahí'. Por otra parte, uno de los aspectos más achacables y típicos es la duración del episodio que por momentos se me hizo eterno mirando un par de veces el reloj.

De momento la serie tiene doce capítulos por delante para demostrar su calidad y desarrollar una trama horizontal interesante unida con unos más que decentes casos autoconclusivos.




lunes, 31 de enero de 2011

Sentimientos encontrados

Tras casi dos semanas he terminado la primera temporada de 'Sons of Anarchy' y son demasiadas sensaciones acumuladas tras estos trece episodios como para ponerme de golpe con la siguiente. El piloto me dejó demasiado frío y únicamente me interesó el personaje de Gemma Teller y sus ya incipientes enfrentamientos con Tara en el hospital. La extraña tónica general que se ha dado a lo largo de la temporada quizás ha sido la de inestabilidad pero esta vez creo que más por mi parte que por la trama de la serie en sí.
A partir de aquí detalles de la trama de la primera temporada de SoA

Ni la familia Adams da tanto miedo

Una de las tramas que más me ha atraido ha sido la de los conflictos, pero no precisamente los de la banda de San Crow con Los Nueves o Los Mayas a pesar de que hayan dado escenas de acción realmente disfrutables y bien realizadas, me refiero a los enfrentamientos entre los personajes y sus particulares batallas interiores. Cada vez que sale Katey Sagal se come la pantalla pero si lo hace junto a Ron Perlman la cosa sube como la espuma y es que he disfrutado como un enano con el matrimonio Teller, sus discusiones violentas, muy violentas y sus apasionadas reconciliaciones. Si tuviese que elegir solo una de sus tantas geniales escenas haría trampa y serían todas las que se dan lugar durante el sexto episodio recalcando el momento en el que la matriarca de los Teller propina un ostiazo patinazo a la chica con la que se acostó Clay en Nevada y la discusión tan antológica entre el matrimonio en plena comisaria. Otra de las tramas que más me ha aparecido interesante e incluso divertida debido a la ''bitch'' June Stahl (¡adoro sus frases y su cara endemoniada al final del capítulo 1x12!) como agente federal, ha sido la de la lucha constante entre la banda de moteros y la ATF. Pero sobre todo me quedo con la tierna e imposible historia de amor entre Jax y Tara proporcionando las escenas más bonitas pero también más crudas de la serie (hay que tener bastante sangre fría para hacérselo al lado de un cadáver) y ya no sólo entre ellos como por ejemplo la escena final del 1x13 en el que ella se levanta para colocarle el chaleco al joven en el entierro de Donna, sino las consecuencias de su amor como la relación tan ambigua entre Gemma y ella que nunca sabes por donde va a salir. Por último destacar toda la gama de secundarios que también han proporcionado escenas más bien humorísticas que otra cosa como las siempre innecesarias experiencias de Tig o dramáticas como la indecisión de Opie al pertenecer definitivamente a la banda y la situación crítica con su familia con ese final tan dramático pero necesario para un cambio de roles de algunos personajes para la segunda temporada.

 En resumen, 'Sons of Anarchy' no es para mi y creo que se nota al escribir esta raquítica entrada por lo que no sé a ciencia cierta si continuaré con la segunda temporada. Me ha hecho pasármelo tan bien en algunos capítulos pero aburrirme tanto en otros que me parece que colgaré el chaleco por un par de semanas.

sábado, 29 de enero de 2011

La ternura de Frankie♥

Skins volvió ayer tras un largo letargo con su quinta temporada y sinceramente no me acordaba de su regreso a pesar de las tremendas ganas que tenía de testar la nueva generación, será que últimamente estoy a por uvas y difícilmente consigo concentrarme. Mi relación con Skins no es que haya sido ideal desde el principio, comencé a verla hace más de un año y realmente no encontré aquel producto tan maravilloso que muchos alababan, a los tres capítulos la dejé. Asumo que soy demasiado impaciente con las series y con cualquier cosa, pero casi siempre les doy una segunda e incluso una tercera oportunidad, y una de las series que conforma esa gran lista de series abandonadas y posteriormente enganchado a ellas es Skins, a la que un par de meses después le di el beneficio de la duda y me sorprendió, vaya que si me sorprendió (añadir a tópicos seriéfilos) Y después de este innecesaria introducción vayamos con la protagonista de día, Frankie.

¿Hace falta decir que soltaré spoilers del 5x01?


Uno de los personajes que más ha dado de hablar estas últimas semanas a causa del incesante goteo de detalles de la nueva generación de Skins ha sido el de Frankie debido a la presentación tan ambigua (tanto física como psíquica) del personaje dando lugar a especulaciones como por ejemplo su sexualidad, y éste ha sido el encargado de dar pistoletazo de salida a los nuevos marrones y dramones a las nuevas tramas y a un servidor no le ha decepcionado para nada. Los personajes son distintos, las tramas ligeramente distintas (de momento) pero la esencia sigue ahí intacta: esas situaciones absurdas dentro de una cruda realidad que hace tan característica a Skins me encantan, esa bso que hace adentrarte aún más en el infierno personal del personaje, Frankie en esta ocasión, la cual hija adoptada desde hace dos años de un matrimonio gay (¡me han encantado!) y fugitiva (casi literalmente creo yo) de un pasado tormentoso y cruel del que poco podrá hacer para desentenderse, busca una nueva oportunidad para ser una adolescente más que de nuevo irremediablemente no podrá conseguir. Ella es distinta, especial, con un cierto toque de misterio pero también de ternura. Podría enumerar numerosas escenas que me han parecido maravillosas del capítulo, pero me quedo con el final del mismo con Frankie desvistiéndose poco a poco, decidida a lanzarse a la piscina como si fuese un abismo del que no conoce su fín (paja mental). Otra de las escenas que más me ha gustado (bajo el tema  'Never Known  Love' del grupo 'Thieves Like Us') ha sido en la que Frankie después del espectáculo bochornoso dado en su casa con sus "nuevas" amigas recibe un mensaje de Grace diciéndole lo increible que es. Qué sería de nosotros sin poder transmitir nuestros verdaderos sentimientos a través de los sms...

Del resto de personajes poca cosa que contar, por lo que no les dedicaré muchas palabras, sólo decir que me han provocado la suficiente curiosidad para conocer sus vidas de mierda, excepto la de la bitch por excelencia Mini que ya me está cansando este (proto)tipo de personaje. Pues ya está todo dicho, a disfrutar de los próximos siete capítulos que sin lugar a dudas no dejarán indiferente a nadie.

PD: ¡Me declaro fan del grupo 'Thieves Like Us'!

lunes, 24 de enero de 2011

Catando series

Esta semana ha sido rara, en tema de series ha sido un desastre. Tengo un grave problema, me he quedado a medias con la segunda temporada de 'Friday Night Lights' y no porque me haya dejado de gustar aunque haya notado ese tan temible y esperado bajón, sino porque no encuentro la manera de poder ver los capítulos restantes sin tener que aflojar dinero que de momento no tengo para comprar el dvd. Por lo que esta semana he tenido la obligación de buscar sustituta a mi amada 'Friday Night Lights'. ¿Las candidatas? Pues de todo un poco, de 'Boardwalk Empire' pasamos a 'Pretty Little Liars' y terminamos con 'Sons of Anarchy'.

Y se podría decir que no he conectado con ninguna de ellas a excepción de una que me está conquistando poco a poco. Empecemos por 'Boardwalk Empire', avalada por la crítica además de contar con el sello de calidad de la HBO y la firma de Martin Escorserse y Terence Winter (del cual buceando en wikipedia he descubierto que fue escritor de 'Los Soprano'), me decliné por ella para ser mi compañera de fatiga (veo algunas series mientras hago bicicleta estática...) y la cosa no pudo ir peor. No pude terminar el capítulo de hora y cuarto, a pesar de su calidad desbordante me resultó demasiado lenta y soporífera y no conecté practicamente con ninguno de los personajes. Quizás he pecado de impaciente, pero lo que creo firmemente es que una serie de ese tipo no es la mejor para ver mientras uno hace ejercicio. La siguiente es 'Pretty Little Liars' de la que me esperaba al menos poder reirme de lo cutre que es (cutrísima) pero es que ni eso. Vistos los primeros cuatro capítulos no creo que vea el quinto, y es que han sido suficientes para desechar la serie y sus tramas tan tan tan ¿moñas y pobres? Me esperaba un 'The Vampires Diares' con un ritmo más bien rápido y aunque la trama de misterio resultase cutre que diese un poco más de cancha. Eso sí, me han parecido más que decentes las actuaciones del elenco joven. Y demos paso a la sorpresa de la semana, 'Sons of Anarchy' y unos ligeros spoilers:

¿Por dónde empezar? Disfruto como un enano con esas peleas de gatas entre Gemma Teller (esta sí es una bitch de verdad y no las de 'Pretty Little Liars') y cualquier mujer que se interponga en el camino de su único hijo Jax, ya sea su ex-mujer drogadicta o su ex-novia enfermera misteriosa. Estoy impaciente por ver el camino que toma Jax durante esta temporada, cuestionando cada paso que da Clay en la banda de moteros, si asistiré al declive del protagonista debido su "flojera de sentimientos no apta para los moteros de Charming"  (esto me lo acabo de inventar y me creo guay) propiciada por el nacimiento de su hijo y el reencuentro con su amor del pasado. Me gustan las escenas del matrimonio Gemma-Clay como las del 1x04 durante la feria, o los líos en los que se meten los chicos malos de California (a pesar de la crudeza de algunas escenas). De momento ya tengo serie hasta que consiga la segunda temporada de 'Friday Night Lights' en una calidad decente.

jueves, 20 de enero de 2011

El fantasma de 'El Internado'

Podría haber hecho perfectamente esta entrada antes de la emisión de 'El Barco'. Sabía a lo que me enfrentaba, al típico producto de Globomedia destinado al público de Antena 3 que tan poco falla y que oye, si es su target y engancha a quien va dirigida ole por ellos. Las promos estaban curradas y la mayoría de los actores excepto un par (¿quién ha dicho Mario Casas?) me llamaban la atención como la gran Marina Salas que bordó el papel de Silvia en la infravalorada 'Hay Alguien Ahí', Juanjo Artero que dio vida durante casi diez años a Charlie en 'El Comisario' (recuerdo que lo veía con mi padre) e Irene Montalá de la que estoy enamoradísimo desde que la conocí en 'Herederos' interpretando a Mónica, hija de la malograda Manuela y enemiga de Carmen Orozco, y paro de dar detalles porque me gustaría que comprobarais que 'Herederos' es una de las más dignas producciones españolas de los últimos años que al menos 'Gran Reserva' ha seguido la estela en Televisión Española. ¿De que estaba hablando? A sí, que se suponía que la entrada iba sobre el estreno de 'El Barco' ¡pues allá vamos!

Las comparaciones son odiosas y muchas veces injustificadas pero el nuevo producto de Antena 3 se lo ha ganado a pulso, si ya desde su anuncio hace varios meses hizo sospechar que teníamos internado para rato a pesar del inminente, cutre y mal hecho final de éste, ayer solamente bastó ver el principio para presenciar que entre nosotros se encontraba la heredera (¿digna?) de 'El Internado', la cual en su piloto me fascinó debido a mi inexperiencia en esto de las series y me tragaba cualquier cosa. Un elenco coral que recuerda demasiado al de 'El Internado', como por ejemplo el más claro y chirriante, el de la niña monísima de la muerte que inevitablemente recuerda a la cansina Paula que dejó de hacer gracia allá por la tercera temporada, tramas para supuestamente todos los públicos (¡cómo odio eso!), misterios que a priori parecen ser interesantes pero que al desarrollarse resultarán vacios e incluso decepcionantes e incongruencias continuas hicieron que mi gozo se precipitase a un pozo sin fondo. ¿Y ese final con el personaje interpretado por el malo de Pasión de Gavilanes que recuerda a Fermín y su librito de investigaciones?

No creo que vea la temporada completa porque tengo seguro que poco cosa  aportará diferente a 'El Internado', continuará con el espíritu del difunto del que ya hace más de un año me cansé y explotará al máximo los torsos desnudos sus virtudes y sus tan insoportables y corregibles defectos. Ahora sólo queda esperar al estreno de 'Ángel o Demonio' a ver si éste si resulta ser un soplo de aire fresco y no sólo se queda en la sucesora de 'Hay Alguien Ahí' por eso de compartir guionistas, actores y trama fantástica pero vacía. No me importa que los efectos especiales sean cutres e incluso que chirríen algunas actuaciones que me temo como la Aura Garrido cuya interpretación en 'La Pecera de Eva' no fue muy plausible que digamos, es más, la vi demasiada sobreactuada a pesar de que el personaje lo exigía.

En conclusión, esta semana vuelve 'Fringe' y estoy que me muero de las ganas por ver el capítulo.

viernes, 14 de enero de 2011

A la vuelta de la esquina

Hoy la cosa va de listas y ¡oh sorpresa! de series, concretamente de regresos y estrenos de las que más tengo ganas de ver, ¡allá vamos!

Fringe: Vuelve el 21 de este mismo mes, y no hace falta decir las ganas tremendas que tengo de ver el seguramente episodio magnífico con el Observador entrando en acción después de varios capítulos estando un poco vago (u ocupado) el hombre. Ansio ver la evolución de Olivia respecto a todo lo sucedido y más aún ahora después de la profunda conversación entre ella y Peter, y también ver si de una puñetera vez por fin hace aparición Sam Weiss que desde el episodio 2x17 'Olivia. In the Lab. With The Revolver.' el ¿hombre? anda desaparecido. Esperemos que esta segunda parte de la temporada sea incluso mejor que la primera.

Nikita: ¡Ai Nikita, que bien me lo has hecho pasar estos once capítulos! Sólo pido que Maggie Q siga igual de espléndida en el papel, conocer el pasado de la encantadora Amanda (modo ironic on), que las misiones contínuen siendo tan versátiles, que Jaden muera a manos de Alex y que se produzca cuando antes la reconciliación entre Michael y Nikita, los nuevos "Mr & Mrs Smith' de la televisión, cuanta tensión sexual habría entre estos dos entre misión y misión. Vuelve el 20 de enero.

La Pecera de Eva: Lo que estoy echando de menos mi ración diaria de Eva y su entrañable pecera, la vida de los pacientes y la historia de amor tan dulce y tan bien construida de la pareja de psicólogos. Ya hace más de un mes que se despidió con su gran tercera temporada con un capítulo atípico y a día de hoy aún no se sabe la fecha en la que volverá con la cuarta, únicamente que esta vez lo hará de mano de Cuatro, lo que presagia que el fin de la serie está cerca, a no ser que se convierta en un relativo éxito que lo dudo sinceramente.

Ángel o Demonio: De la mano de Telecinco y anteriormente de Cuatro, lleva varias semanas anunciándose esta serie que seguirá por el sendero de la fantasía que inició 'Hay Alguien Ahí' en la ficción española, centrada en el personaje de Valeria, una joven que descubre que es un ángel. Tendrá que enfrentarse a los caídos, seres que viven entre nosotros con la apariencia de seres humanos normales, pero que siempre buscan la forma de hacer el mal. Las promos resultan demasiado cutre y los efectos especiales poco conseguidos pero las ganas no me las quita nadie después de la excelente segunda temporada que nos brindó 'Hay Alguien Ahí'.

El Barco: Vale, no tengo muchas esperanzas puestas en la supuesta heredera de 'El Internado' y más viniendo de la mano de Antena 3 y su afán por estirar series hasta la saciedad y destrozarlas hasta que no les queda otra opción que darles un final no muy digno que digamos, pero al menos le daré una oportunidad el día de su estreno, seguramente el lunes 17 pero apuesto que aún no se sabe cual será definitivamente conociendo ese deporte nacional llamado contraprogramación. Las promos son jugosas y a priori parece que se va a convertir en uno de los placeres culpables del año y éxito entre el publico adolescente mojabragil.

Y por último United States of Tara, aún no se ha anunciado la fecha de vuelta ni ninguna información sobre su nueva temporada excepto la incorporación de un nuevo personaje dando vida a un psicólogo que tratará a Tara.

Hoy me despido citando la preciosa canción 'Make This Go On Forever' del grupo escocés Snow Patrol.



miércoles, 12 de enero de 2011

A flor de piel (de cerdo)

 

Ayer decidí terminar la primera temporada de 'Friday Night Lights', aún me quedaban tres capítulos por ver, pero ante las ganas tremendas que tenía de ver como resultaba el desenlace, me pegué un cierto atracón que inusualmente hago. Tengo la cierta manía de no ver más de dos capítulos al día (además de no tener suficiente tiempo) para poder disfrutarlos realmente, tener una idea general de cada capítulo y no en conjunto como temporada. ¡Así que vamos al meollo de la cuestión!
¡No hace falta decir que a partir de aquí spoilers de la primera temporada!
'Friday Night Lights' me ha transmitido tanto, me ha hecho ver más allá de lo que las series normalmente suelen hacer, preocuparme e interesarme por absolutamente todas las tramas de los personajes, adentrarme en la piel de ellos como nunca lo había hecho en tan poco tiempo y e incluso llegar a emocionarme como con el final del 1x20 'Mud Bowl' , combinando éste magistralmente las escenas en  las que el equipo de los Panthers consigue ganar el partido que les dará paso a la final del campeonato con las del intento de violación a Tyra. En mi opinión, creo que la esencia de la serie la recogen las palabras de Eric Taylor pronunciadas en el descanso del partido durante el último episodio de la temporada:

"Cuando Jason Street cayó en el primer partido de la temporada, todo el mundo nos descartó, todo el mundo. Y aquí estamos en el partido por el Campeonato. 10.000 personas ahí afuera también nos han descartado, y hay unos pocos que todavía creen en vosotros, unos pocos que nunca os abandonarán. Cuando volváis al campo, esas son las personas que quiero que tengáis en mente. Esas son las personas en vuestros corazones. Cada hombre en cierto momento de su vida va a perder una batalla. Va a luchar y va a perder, pero lo que hace un hombre es que en medio de esa batalla no se da por vencido. Este juego no se ha acabado, esta batalla no se ha acabado."

'FNL' supone una batalla para sus personajes, intentar mejorar en sus vidas de la mano de alguien, intentar combatir sus frustraciones y triunfar como en el fútbol. Y es lo que básicamente he presenciado durante estos veintidós capítulos. Mi perdición ha sido Tyra, adoro a ese personaje tan desestructurado situado en un cruce de caminos sin saber su dirección que al final de la temporada parece tener clara, que envidia una familia como la de los Taylor siendo arrastrada por su propia madre a un futuro poco prometedor en Dillon e incluso entorpeciendo sus estudios. Me ha encantado ver la progresiva evolución de las distintas parejas, la ternura entre Matt y Julie, la exasperante continuación de la intermitente relación de Lyla y Jason, la madurez y seguridad del matrimonio Taylor que no se tambalea ante nada ni nadie, el miedo y las reticencias entre Smash y Waverly debido al trauma de la joven al ser bipolar, ofreciéndonos además otra faceta del personaje diferente a la de "hablo de mí en tercera persona y soy el más chulo de mi barrio". Y qué decir del entrañable Landry, siempre siendo el contrapunto de Saracen y aportando el humor necesario para esta serie llena de escenas demasiado crudas y reales, como la pelea entre los hermanos Riggins, el ya citado intento de violación a Tyra, el accidente de Jason, el acoso y derribo hacia Lyla en el instituto y numerosas más.

En resumen, 'Friday Night Light' es tan grande que ya de momento es mi predilecta junto a 'Fringe' y será una de las series que recomendaré con mayor fervor (y pesadez).