Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

domingo, 12 de junio de 2011

Sorpresas te da Mad Men

Y he aquí un nuevo ejemplo de como los prejuicios o la simple vagancia hacen que uno tarde tanto en ver una serie para luego maldecir esa tardanza, la grandiosa Mad Men. De todo lo que leí, o mejor dicho, de todas las ideas que me hice de esta serie prácticamente ninguna se ha hecho realidad, la serie ha sido completamente diferente desde el primer capítulo hasta el último de la segunda temporada.
Pequeños spoilers de las dos primeras temporadas.
Quién diga que la serie es lenta es que no tiene ni puta idea, hablando mal y rápido. Hace tiempo leí que existían algunas series cuyas temporadas parecían ser construidas como grandes y largas películas en las que todo era coherencia, pues creo que Mad Men se incluye dentro de esta excepcional categoría. Me ha fascinado ver la cocción "a fuego lento" de todas y cada una de las tramas de los personajes ya sean principales o secundarios, el tratamiento y la aparición justa y necesaria de éstos sin olvidarse de ninguno de ellos, el humor y sobre todo la utilización (también justa y necesaria) de los flashbacks en los momentos clave.


 A decir verdad, Don Draper no es el personaje que más me interesa de la serie e incluso puede que vaya a decir alguna aberración pero más de algún personaje secundario me llama más la atención que él, como Salvatore. Pero en mi caso, Donald se ve claramente eclipsado tanto por su mujer como por su(s) secretaria(s) sin olvidarme de Pete o Sterling. Betty me cautivó desde el primer momento con esa tristeza a pesar de tener la vida resuelta con una familia perfecta y una casa en las afueras alejada de Nueva York y de los escarceos de su marido, la cual poco a poco ha ido cambiando de idea o le han hecho cambiar de idea. Había leido que Don y Betty iban a separarse pero no cuando por lo que no me esperaba que fuese tan pronto, y esos momentos del último capítulo de la segunda temporada con Betty liándose con un hombre en el bar y la confesión a Don de que está embarazada de nuevo son orgásmicos (sí, orgásmico) después de presenciar toda su evolución.


Lo mismo ocurre con la evolución de Peggy (Elisabeth Moss tiene una belleza un poco rara..) dentro de Sterling Cooper y la historia de amor con Pete, la cual me gustó mucho en la primera temporada y que comprensiblemente se vio disminuida en la segunda después de todo el bombazo que había ocurrido al final de ésta, pero las miradas continuaban en las reuniones, las discusiones entre ellos por cualquier tema menos el suyo propio continuaban ahí, pero todo tiene un límite y sobre todo si estás presenciando el conflicto de Estados Unidos y Cuba (¡que yo he estudiado este año!), por lo que al final del último capítulo de la segunda temporada, Peggy está harta de que todo el mundo piense que es perfecta, de la pesadez del cura en sus continuos intentos de que se confiese por lo ocurrido con su hijo y de equivocarse siempre con los hombres (el homosexual que la invitó a un concierto y le cambió el estilismo) por lo que decide confesarle a Pete la razón por la que ella no es perfecta en una escena brutal que te mantiene en tensión a base de una conversación como la mayoría de las escenas de Mad Men. ¿Y Sterling y Joan? ¡Ai, me encantan, juntos y por separado!


A quien madruga dios le ayuda..
Mad Men ha supuesto un gran estímulo, ya sea por su dinamismo, la gran caracterización de todos y cada uno de sus personajes, las mil y una escenas memorables,  las canciones de sus créditos o las amantes tan dispares de Don que tan interesantes siempre son (¡el recuentro de Don con Rachel mientras cena con Bobbie es impagable!), pero eso sí, nunca por esas escenas de sexo en las que los personajes van más vestidos que cuando salen a la calle, por favor..




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