(Sin spoilers) Creo que una de las sensaciones más satisfactorias en el terrero de ver series y/o películas es aquella que uno siente cuando por fin ha dado con esa ansiada pequeña joya audiovisual. Lo esperaba con Parenthood y de momento, a pesar de aislados destellos de majestuosidad, llevo más de temporada y media vista y aún sigue sin convencerme; sin embargo, In Treatment (HBO, 2008-2010) ha sido un amor a primera vista y preveo (de momento sólo llevo 9 capítulos vistos) que va para largo.
La serie trata a cerca de Paul Weston, (genial Gabriel Byrne), psicoanalista, y sus sesiones con algunos de sus pacientes. El planteamiento, en un principio, es muy sencillo pero también atrayente. El espectador no es tonto, si ya de por sí una serie debe afrontar uno o varios conflictos, es de esperar que en ésta haya como mínimo cinco frentes abiertos debido a la estructura de la serie (5 capítulos a la semana, cada uno de ellos centrado en un personaje) Ésa era mi idea inicial, hasta que uno termina el primer capítulo y se dice así mismo: "No esperaba que se jugase esta carta tan pronto". Es entonces cuando uno ve el siguiente capítulo, y el siguiente, y el siguiente.. y se da cuenta de lo mucho que se puede hacer contando con un número tan reducido de personajes (presentes, claro está) envueltos en unos espacio y tiempo más reducidos aún.A la hora de detallar los aspectos que hacen de In Treatment una gran serie, me vienen a la memoria los mismos que ya utilicé con Enlightened. Grandes interpretaciones, perfecta definición de unos personajes prometedores cuyos conflictos pueden dar mucho de sí, una banda sonora poco presente pero que encaja como anillo al dedo cuando es utilizada y una trama que desde el primer minuto encandila, adquiriendo una gran complejidad con el paso de los capítulos y caracterizada por su poca previsibilidad.
In Treatment es densa, tremendamente densa, por lo que no es carne de maratones seriéfilos. Y es por eso por lo que también me gusta tanto (quizás otros la han abandonado por esta misma razón) Además resulta ser complicada puesto que en cada capítulo el espectador recibe una gran cantidad de información personal tanto del psicoanalista, del paciente como de sus respectivos allegados. Una gran recomendación.
"If patients could see what I think about them. If they could really see inside my head, they'd head for the hills, believe me. They'd run for cover." (Paul Weston)
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