"Money, show me" -Effy Stonem (Skins Fire - Parte I)
Spoilers a bocajarro | Deberíamos estar curados de espanto con 'Skins' y aún así seguimos cayendo como moscas. Los prólogos felices no es el rollo de sus creadores, Bryan Elsley y Jamie Brittain, sino más bien todo lo contrario. Pero... ¿no sabíamos ya ésto? Además, ¿qué tipo de cierre puede tener una serie de adolescentes? Admito que Effy nunca fue mi personaje favorito a lo largo de cuatro temporadas y que sus últimos episodios resultaban tediosos al coquetear en exceso con la paranoia (*); no había hype, no había expectativas... volvía 'Skins' para despedirse. A su manera, como siempre lo ha hecho. ¿El resultado? Desde el punto de vista argumental, demoledor e impasible con sus personajes. ¿Han ido demasiado lejos los guionistas en su intento por dar la última pincelada a su obra? ¿Han apostado por la originalidad o se han dejado llevar por lo "fácil"(**)? Lo más correcto sería decir que han apostado por la cruda realidad llevada al extremo, por el sendero más oscuro posible. Como siempre.
(*) Me toca revisionar la serie completa.
(**) La tragedia pura y dura sin contemplaciones.
En los dos episodios especiales de
'Skins Fire' se nos permite echarle un pequeño vistazo a las vidas de Effy -la protagonista absoluta-, Naomi y Emily ya en su veintena. Y ya está, un pequeño y doloroso vistazo. Ni rastro de diálogos en los que al menos se citen a personajes o tramas pasadas que se quedaron sin resolver; tan sólo hay una escena en la que la pareja de lesbianas recuerda con sarcasmo a la antigua Effy enfrente de su jefe y amante Jake. ¿Un posible reencuentro entre la protagonista y sus ex-colegas? ¿Una posible llamada de teléfono entre ella y su hermano Tony? Ni rastro tampoco de su enfermedad mental. Supongo que estos interrogantes eran la vía fácil que la serie siempre ha intentado esquivar. Era el turno de mostrar los supuestos límites de la ambición laboral y las reacciones de personajes tan sumamente jóvenes ante un cáncer.
Vayamos al grano: ¿qué es ésto de que Effy acabe entre rejas y Naomi muera por culpa de un cáncer? ¿Hay cierta moraleja en todo ello? (***) No lo creo a tenor de la picarona y perturbadora sonrisa de la última escena. El desenlace de la primera no me molesta a pesar de lo tosco, brusco e incluso inverosímil que resulta, es más, se lo merece por haber pasado toda su adolescencia y juventud sin pensar en las consecuencias de sus acciones ni en los sentimientos de los demás; Effy se va a la cárcel por fraude con un primer desengaño amoroso (Jake), un juguete roto (Dom), una amiga muerta (Naomi) que le reprocha no haber hecho nada durante su enfermedad y con otra (Emily) que le echa en cara haberle robado un inmerecido tiempo con el amor de su vida. Toma mazazo; todo reproches y aún así no se me va de la cabeza esa
sonrisa, ¿qué significa? ¿que ha aprendido o todo lo contrario? La gente no cambia, tan sólo se hace más vieja y Effy no se salva de la quema.
(***) ¿Es que todo en este vida tiene que tener una moraleja? ¡No! Pero es ficción.
Con respecto al breve arco argumental de Naomi, ¿qué sentido tiene? ¿dejar traumatizada de por vida a Emily? Tan sólo veo un aspecto positivo a todo ello y han sido las escenas en las que se muestra cómo un ser humano con tan pocos años vividos debe hacer frente a su prematura muerte; el enfado y la mala leche afloran. También el sarcasmo exacerbado (para muestra el monólogo con el que abre el segundo episodio). Pero, ¡eh!,
"We're Naomi and Emily. It didn't matter because we love each other". Ante todo, el amor
bolleril resiste...
"You were my backbone when my body ached with weariness".
A pesar de todo,
'Skins Fire' me ha gustado (con referencia a
'American Psycho' y Patrick Bateman inclusive) A ver cómo se resuelven los otros dos especiales centrados en Cassie y Cook. Eso sí, desecho desde ya la idea de descubrir si Cassie y Sid se reencontraron en la gran manzana...