Aunque la encontré en la sección de comedia, 'Les petits mouchoirs' (Guillaume Canet, 2010) -'Pequeñas mentiras sin importancia' en español- es un dramón como la copa de un pino. Menuda tragedia francesa griega. A pesar de contener píldoras de humor que alivian la intensidad de la narración, subyace siempre de ésta una sensación continua de pesadumbre. El film es un vistazo de dos horas a las vidas de un grupo de amigos -ya entrados en la treintena- durante sus vacaciones. ¿Retrato generacional? ¿Reflexión sobre las relaciones humanas? ¿Panfleto moralista y aleccionador? Canet mezcla un baturrillo de secretos y mentiras cuya resolución llega más o menos a buen puerto. ¿Es un acierto o un fallo el que casi todos sus personajes encaren los conflictos esquivándolos? Son cobardes y en éso la realidad es aplastante. La película se merece un notable alto pero le sobran los últimos diez minutos de metraje; too much, baby! La banda sonora es una delicia; Maxim Nucci se luce cantando 'Talk to me' y protagoniza una de las escenas más emotivas. Sorpresa la mía, además, escuchar 'Crucify Your Mind' de Sixto Rodríguez en los títulos de créditos. Ambas canciones resumen a la perfección los dilemas personales expuestos: chapeau!
"Seems like the sun is shining on everyone but me"