Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

lunes, 10 de octubre de 2016

Fariseísmo cotidiano


En un momento dado del noveno episodio de la primera temporada de Enlightened, titulado muy apropiadamente Consider Helen, el personaje de Helen (Diane Ladd) va a hacer la compra al supermercado y se encuentra con Carol (Barbara Barrie), una vieja conocida con la que entabla conversación. Hablan de cómo les va a la vida. A ellas y a sus hijas. El espectador desconoce si lo que Carol cuenta es verdad o no pero sí sabe que Helen no está siendo sincera del todo. Comenta que está feliz de que su hija Amy (Laura Dern) haya vuelto a casa después de que se divorciase de Levi (Luke Wilson) por temas de alcohol. Lo que no menciona es el aborto que Amy sufrió. Ni el tremendo ataque de histeria del primer episodio que le aparta del trabajo, la premisa de la serie.  Un tema que, sin embargo, es sacado por Carol al hablar de sus nietos. El personaje de Helen no resulta simpático al espectador durante los anteriores ocho episodios pero dicha conversación es el punto de inflexión para sentir compasión hacia ella. Palabrería cortés para fingir. Helen finge, no le queda otra.

Es lo mismo que le ocurre al protagonista de River, miniserie de BBC de seis episodios protagonizada por Stellan Skarsgård y escrita por Abi Morgan, responsable de los guiones de las películas Shame, La dama de hierro Sufragistas así como de la serie de televisión The Hour. River no es el clásico whodunit. Sí, el protagonista debe investigar un asesinato y la serie se enmarca dentro del género policíaco pero la premisa de la ficción va más allá. El personaje de John River se ve obligado desde pequeño a intentar encajar en un mundo que no es percibido por la mayoría de seres humanos como él: ve fantasmas. Detalle significativo que la serie ni esconde al espectador ni revela en forma de twist o cliffhanger. Todo lo contrario: es revelado a los pocos minutos de empezar el primer episodio. Tal premisa podría descarrilar y acabar siendo Entre fantasmas  pero aprovecha el elemento fantástico para añadir inteligentemente mayor emoción. "Just pretend"/ "Simplemente finge" le aconseja el nuevo compañero de faenas, Ira (Adeel Akhtar), a River cuando éste habla con el fantasma de turno.

Al final, River va sobre la pérdida y el duelo, sobre cómo determinados seres humanos se enfrentan a la muerte de un ser querido. También es una gran y preciosa historia de amor (*) a pesar del género al que pertenece tal como sucede con la película argentina El secreto de sus ojos (Juan  José Campanella, 2009). Se nota además la presencia femenina en el guion. River cuenta con tres personajes femeninos de aúpa: Chrissie, Stevie y Rosa. Y qué manera de utilizar la canción I love to Love (But My Baby Loves to Dance) de Tina Charles al principio y al final de la miniserie disponible en Netflix.

(*) "Sex is an itch to scratch. Love is an itch so far down your back that you can never scratch it with your own hand" / "El sexo es un picor que rascar. El amor es un picor tan abajo de la espalda que nunca puedes rascártelo con tu propia mano"

El 1x09 de Enlightened se trata de un -como lo llaman los angloparlantes- centric episode, es decir, un episodio dedicado en su totalidad -o casi- a un personaje protagonista o secundario. Girls lo ha hecho este mismo año con el sexto episodio de su quinta temporada en el que el protagonismo es cedido al personaje de Marnie. Lo hizo también en la segunda temporada con aquel One Man's Trash (2x05) con Patrick Wilson como actor invitado. No sería la única vez que Enlightened cedería el protagonismo a otros personajes secundarios. Durante su segunda y última temporada, otros dos episodios serían protagonizados por los personajes de Levi (2x03)y Tayler (2x05), quien en dicho episodio dice una frase que podría resumir a la perfección ambas obras televisivas de uno y otro lado del charco: "Some pearls are neven found" / "Algunas perlas nunca son encontradas".

martes, 4 de octubre de 2016

La esperanza del reencuentro


Y ahora que están al fin vencidos, sentados frente a frente,
¿quién de los dos se atreverá a romper el silencio que los envuelve?
Somos siempre principiantes - Amor a traición

Si la memoria no me falla, Itsaso Arana comparte junto a Andrés Gertrúdix la escena final de Las altas presiones (Ángel Santos, 2014). Una pequeña película que sí llegó a las salas de cine pero a muy pocas y durante tiempo muy limitado. En dicha escena -lo siento, spoilers- ambos personajes están sentados en la sala de espera de un hospital. Él llega como paciente. Ella es médico. Se han conocido en una fiesta. Ella tiene pareja, él anda de regreso a su ciudad natal, Pontevedra. Durante dicha escena final, parece vislumbrarse un futuro esperanzador entre ambos. ¿Un posible romance? Itsaso Arana es una de las responsables de que La reconquista (Jonás Trueba, 2016) sepa a vida metiéndose en la piel de Manuela, quien regresa por Navidad a Madrid desde Buenos Aires. En este caso, la actriz (*) interpreta a un personaje sin pareja; es Olmo -Francesco Carril parece haberse convertido en el muso y alter ego de Jonás Trueba- quien sí tiene pareja, una Aura Garrido cuya breve aparición -como ya sucediese en Los ilusos- eleva la calidad de una película que ya de por sí me ha ganado antes de su irrupción en el ecuador de la misma. La reconquista es el relato del reencuentro de Manuela y Olmo, dos treintañeros que se hicieron descubrir el primer amor quince años antes.

(*) También en algún proyecto televisivo como Carlos, Rey Emperador o aquella adaptación española de Entre fantasmas que se marcó Telecinco, El don de Alba.

En La reconquista, Trueba continúa mostrando al espectador todo tipo de referencia -por no decir recomendación- cultural, como por ejemplo la literaria, ejemplificada en La montaña mágica de Thomas Mann o Crímenes imaginarios de Patricia Highsmith. En Los ilusos, es mencionado Édouard Levé y su Suicidio. En Todas las canciones hablan de mí, lo es La ignorancia de Milan Kundera. En su última película, Trueba le cede la banda sonora a Rafael Barrio, quien además hace de padre de Manuela. En Los exiliados románticos, es Tulsa no solamente la banda sonora sino también el motor de la trama. En Los ilusos hay un concierto en un piso a cargo del grupo El hijo. A los personajes de Trueba les gusta ir a conciertos. 

Pero en La reconquista, también vemos bailar a sus dos protagonistas. Y pasear por, parece ser, el rincón favorito de Madrid del director. Aquel que sirve de escenario para la declaración final de Todas las canciones hablan de mí. Olmo y Manuela quedan quince años después de su romance adolescente. Él acaba confesando a su novia que Manuela sigue igual. La novia no se anda con rodeos: "¿Os habéis liado?". "No" -Olmo dice la verdad -"pero he bailado". La cita de los ex-tórtolos acaba durando muchas más horas de lo que ambos imaginan, prologándose desde la tarde hasta la mañana del día siguiente. La reconquista es fácilmente la mejor película de Jonas Trueba hasta la fecha hablando de lo que mejor se le da: el amor. El paso del tiempo. La pareja. La melancolía. El recuerdo. El discurso de la película parece entroncar con la opinión del personaje de Andrea (Bárbara Lennie) en Todas las canciones hablan de mí. La Manuela de 15 años siente vértigo ante las palabras en boli bic de Olmo. ¿Toda la vida juntos? Ella quiere experimentar, vivir. Lo bueno y lo malo.