Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

sábado, 1 de junio de 2013

El último pedazo de pastel

Fotograma de 'Amelie' (Jean-Pierre Jeunet, 2001)
Cinéfilos españoles sacan adelante proyectos e iniciativas con el objetivo de subsanar la malherida cultura cinematográfica 

“El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel” dijo Alfred Hitchcock. Quién le diría al célebre director de cine británico que la llegada de tiempos modernos supondría la exhausta y tediosa supervivencia de aquel pedazo de pastel tras la paulatina desaparición del resto de porciones. Los hornos han dejado de funcionar o ya no calientan de la misma manera que en el pasado. El consumidor ha abandonado la voracidad y la gula debido a su empacho y las ha sustituido por comida rápida. Los bolsillos casi vacíos impiden la compra de ingredientes de calidad o en última estancia el goce de éstos ya elaborados. En definitiva, la industria del cine y la cultura cinematográficas de España llevan años e incluso décadas sumergidas en una grave situación económica, creativa y existencial. 

Pero ¿quiénes y por qué han devorado dicho pastel? La sangría y escamoteo del consumo cultural y de la asistencia a las salas de cine, el desplome definitivo de la industria del DVD (ya ni mencionemos el Blue-Ray), el vertiginoso crecimiento de la piratería y la progresiva deserción de los directivos de las cadenas de televisión de su compromiso con el séptimo arte son algunos de los responsables de tal situación. Hubo un tiempo en el que las programaciones de televisión cumplían una gran labor cinematográfica; eran auténticas filmotecas y emitían todo tipo de ciclos de cine. Había salas de cine cada doscientos metros sin embargo la vida de las películas se ha reducido debido a las formas de distribución masiva al permanecer muchas de ellas en cartelera dos o tres semanas y al consumo individual y diferenciado.  Quizás el árido panorama presente se deba a la “mentalidad popular influenciada por el ‘sólo voy a ver lo que yo conozco’ ”, según Joaquín Aguirre Romero, profesor titular del Departamento Periodismo III de la facultad de Ciencias de la Información (CCINF) de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Ildefonso Soriano, profesor de derecho constitucional de la CCINF, en cambio tiene una perspectiva más esperanzadora ya que “la gente que le gusta el cine, va al cine”. Sin embargo es partidario de que los precios de películas en grandes almacenes sean más asequibles  ya que “de ese modo se evitaría comprar una película a 3€ en las mantas de los negros” y pone en duda el destino del dinero recaudado: “los precios son altísimos cuando sus autores quizás se lleven 1€ de 20, ¿el resto de dinero dónde se pierde?”. Para Juan Carlos Tous, director general de Filmin (plataforma que ofrece películas independientes en streaming y de forma legal), el cine de España está muy desprotegido ya que la piratería produce riqueza a algunos parásitos a los cuales no les preocupa la industria cinematográfica, yendo los ingresos a unos pocos bolsillos en vez de revertir en los productores para que estos sigan haciendo cine y creando valor. 

“Hoy se atiende más al uso que a la tenencia”  (Juan Carlos Tous)

Para más inri, estos últimos meses se ha presenciado el cierre de múltiples salas de cine, productoras y distribuidoras, siendo el más sonado el de Alta Films S.A, en funcionamiento desde 1986 y cuyo propietario es Enrique González Camacho, actual presidente de la Academia de Cine. Uno de sus últimos éxitos fue la distribución de ‘The Artist’, película ganadora de los Oscars 2012. “Habrá películas que no llegarán a España, el tiempo de permanencia en salas se acortará y las producciones americanas canibalizarán la taquilla” señala Juan Carlos Tous como consecuencias directas de lo ocurrido. Precisamente es Filmin una de las alternativas más innovadoras a la tradicional sala de cine. En 2007, y ante el reto que representaban las nuevas formas de distribución en el mercado musical el quipo de la plataforma creyó que en un futuro próximo Internet también sería la forma de distribución para cine. Los títulos ofrecidos son resultado de acuerdos con la casi totalidad de distribuidoras nacionales pero no con las majors.

Sin embargo aún existen resquicios de esperanza y buena voluntad; personas en la sombra que dedican esfuerzo, ganas y horas de su día a día al reflote de la cultura y la industria a través de diversas iniciativas. Una de ellas es el ya citado Joaquín Aguirre quien hace aproximadamente tres años, durante el curso 2010-2011, tomó la decisión junto a otro compañero de crear un espacio para  “reactivar el cine y conocer películas que la gente no puede encontrarse en los medios y comentarlas”, explica él mismo.  En un primer momento intentaron poner en marcha la Videoteca de la CCINF que únicamente funcionaba como centro de almacenamiento sin embargo por cuestiones administrativas se vieron obligados a aparcar aquella idea y finalmente crearon Cine Forum en la misma facultad. “Empezó siendo dos sesiones semanales el primer año, ya el segundo se redujo a una” declara Aguirre, quien una vez a la semana sale corriendo de clase a las 14.30 para proyectar una película a las 15.00; “yo lo organizo, yo lo financio”. Le da igual el tiempo que le quite; “cuantas más horas, mejor”.  A pesar del escaso público y el desfavorable horario, le resulta gratificante incluso la asistencia de una sola persona además de que el Cine Forum sirva para que vayan antiguos alumnos, charle con ellos y tomen un café aunque tan sólo sea media hora. Si existiera la figura del cinéfilo comprometido con la causa, este hombre sería su ejemplo; va al cine de su pueblo (Tres Cantos) todas las semanas para que no cierre sin importarle las películas, lo que a veces supone un sacrificio “porque son un coñazo”.

“La esencia del Cine Forum es el debate” (Joaquín Aguirre)

Otro ejemplo sería el de Ildefonso Soriano quien desde hace 5 ó 6 años organiza preestrenos de largometrajes en la CCINF y cuya actividad se ha visto acelerada con una mayor presencia de títulos y especialmente de coloquios estos últimos cursos. La iniciativa corrió a cargo de José Emilio García Fernández, profesor de Comunicación Audiovisual, hace más de una década  para posteriormente Ildefonso recoger el testigo. El quid de la cuestión es cómo determinadas películas llegan a proyectarse de forma gratuita ante espectadores universitarios: básicamente por tener contactos (suelen ser antiguos alumnos) en distribuidoras y productoras. En otras ocasiones la vía comunicativa es inversa; son los propios responsables de la distribución y producción los que acuden a la universidad con el objetivo de generar el boca a boca. Se trata de un perfecto modelo de simbiosis. “No es fácil el proceso, son necesarios la buena voluntad y echarle tiempo. Yo no gano nada” confiesa Soriano. Uno de los mayores escollos que recuerda es el de la proyección de ‘Los amantes pasajeros’ el pasado mes de marzo puesto que su director Pedro Almodóvar se hizo de rogar en exceso hasta aceptar la invitación al posterior coloquio; “escribí incluso una carta a Almodóvar firmada por la decana” se congratula él mismo.

Una iniciativa más son las emergentes asociaciones ciudadanas que se están haciendo con el control de algunos cines cerrados por Alta Films y otras empresas. Los escenarios de tal revolución a lo largo de este año han sido Mallorca, Zaragoza, Majadahonda (Madrid) y Sevilla. Pero la delantera también la han tomado las propias empresas. En el caso de Alta Films, los cines Renoir de Plaza España (Madrid) ofrecen desde el 1 de mayo hasta el 29 de agosto un ciclo con lo mejor de la cosecha cinematográfica del 2012-2013 al mejor precio: 4€. La tentación ya no vive arriba sino en el centro de la capital.

¿Hay realmente oportunidad, espacio y tiempo para el despertar del coma en el que la cultura y la industria cinematográfica están inducidas en España? Ya lo decía el maestro del suspense: “Para mí, el cine son cuatrocientas butacas que llenar”. Ojalá, Alfred, ojalá.

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