Soy un fanático de los cortometrajes y especialmente de los escritos por Roberto Pérez Toledo, director y guionista del largometraje 'Seis puntos sobre Emma' (id, 2011). De vez en cuando, sale a la luz alguna alguna de sus piezas, capaces de remover sentimientos en tan sólo tres minutos de duración. Pueden pecar de cierta exacerbación sentimental pero su mejor baza es la honestidad. La última en emitirse fue el pasado miércoles en 'Alaska & Coronas', bajo el título de 'An Instagram Story', un reflejo de la realidad social y tecnológica del momento. ¡Echádle un vistazo!
Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».
sábado, 22 de febrero de 2014
lunes, 17 de febrero de 2014
Cuestión de sexo
De Nueva York nos trasladamos a San Francisco, la ciudad de 'Looking', nueva serie del canal de televisión HBO cuyo argumento gira en torno a la vida de tres hombres homosexuales. Comparte la misma filosofía de 'How to make it in America' y 'Girls' pero se desmarca de ella gracias al "factor gay" de sus personajes. Andrew Haigh está detrás de las cámaras como director y guionista, lo cual es sinónimo de calidad pues este señor dirigió y escribió 'Weekend' (id, 2011); tan sólo hay que echar un vistazo al quinto episodio para comprobar dicha afirmación. El propósito de esta serie también es mostrar cómo el trío protagonista alcanza sus metas personales y profesionales, además de proporcionar un retrato -¿fidedigno?- de la amistad y la vida gay en dicha ciudad. Jonathan Groff está para comérselo. El tono desinhibido y la des-dramatización de las tramas son un total acierto, acorde a la luminosa fotografía. Íntima, sexy, romántica. Si 'Girls' tiende a retorcer la realidad, 'Looking' la mima.
sábado, 15 de febrero de 2014
La escena de la semana (XV)
Marian Álvarez. Fernando Franco. Señoras y señores, 'La herida'. Estrenada el 4 de octubre de 2013, pasó desapercibida entre el público medio pero sus seis nominaciones y dos premios -mejor actriz y mejor dirección novel- en los Goya, puede que hayan contribuido a una mayor difusión (¿y distribución?). Su carácter íntimo y no comercial, en oposición a la sobrevalorada 'La vida es fácil' (David Trueba, 2013), es un hueso duro de roer en las salas de cine. El ser una ópera prima y contar con un muy bajo presupuesto son factores que, además, dificultan su promoción. Probablemente su escasa recaudación no sea meritoria pero ha puesto en el mapa a un director y una protagonista dignos de todo tipo de elogios. La película adopta una apariencia casi documental, rechaza el planteamiento-nudo-desenlace y se dedica a abrir multitud de cuestiones, muchas de ellas ni siquiera obtienen respuesta. ¿Cómo es convivir con una enfermedad mental? ¿Cómo es convivir con el suicidio en mente? 'La herida' duele en la necesidad de reflejar una realidad más común de lo que creemos; ignorada por una sociedad encantada de mirar hacia otro lado. O agachar la cabeza. Su personaje principal, Ana, es una heroína a la que nunca se le reconoce la valía de afrontar su drama personal diario. ¿Relato derrotista u optimista? Allá cada espectador y su lectura. Aconsejo no precipitarse en rechazar su premisa ni su estilo pero sí saber que no es un producto fácil. ¿Su público objetivo? El espectador activo.
"El cine sirve para hacer visible lo invisible" - Marian Álvarez en 'Alaska y Coronas' (La 2)
domingo, 9 de febrero de 2014
La escena de la semana (XV)
La muerte no tiene vergüenza; afirmación que la serie de televisión 'A dos metros bajo tierra' se encarga de recordar al espectador a lo largo de cinco temporadas en cada uno de sus openings. Los guionistas no sólo juegan a las adivinanzas con el espectador al montar una especie de ruleta rusa en la que uno de los presentes muere sino que, además, se ríen de ello con mala baba. Cierto es que este humor ácido a veces se corroe en detrimento de un mayor
lunes, 3 de febrero de 2014
'Todas las canciones hablan de mí', asesinar a golpe de olvido
"Cuanto mayor es el tiempo que hemos dejado atrás,
más irresistible es la voz que nos incita al regreso.
Esta sentencia puede parecer un lugar común
sin embargo, es falsa.
El ser humano envejece,el final se acerca,
ya no queda tiempo que perder con recuerdos.
Hay que comprender la paradoja matemática de la nostalgia.
Ésta se manifiesta con más fuerza en la primera juventud
cuando el volumen de la vida pasada es insignificante."
más irresistible es la voz que nos incita al regreso.
Esta sentencia puede parecer un lugar común
sin embargo, es falsa.
El ser humano envejece,el final se acerca,
ya no queda tiempo que perder con recuerdos.
Hay que comprender la paradoja matemática de la nostalgia.
Ésta se manifiesta con más fuerza en la primera juventud
cuando el volumen de la vida pasada es insignificante."
'La ignorancia' (Milan Kundera, 1995)
A propósito de Milan Kundera, me deleito escribir sobre una figura del cine patrio que despierta en mí, cierta curiosidad: Jonás Trueba. Hijo de Fernando y sobrino de David. Ya dediqué unas líneas a 'Los Ilusos' (id, 2013) y es precisamente mi recepción crítica tan positiva y entusiasta la que me ha llevado al visionando de su ópera prima: ''Todas las canciones hablan de mí' (id, 2010), una dramedia romántica que escapa del tal manido chico-conoce-chica. Oriol Villa y Bárbara Lennie se ponen en la piel de Ramiro y Andrea respectivamente, una pareja que rompe tras seis años de relación; ambos tienen que aprender a vivir el uno sin el otro, olvidarse y empezar de cero... pero los recuerdos pesan. El espectador presencia su pasado en común y su presente por separado; dos caminos que se cruzan de vez en cuando. La trama adopta un estilo narrativo similar al de '500 días juntos' (Marc Webb, 2009) dando saltos cronológicos en la relación. Pero no sólo se nos cuenta una historia de amor sino también la de una generación perdida en su veintena con un gran abanico de personajes secundarios.
La buena mano del benjamín de los Trueba no sólo es visible en la narración no lineal sino también en otros aspectos. Los personajes secundarios -en especial, las amantes de Ramiro- sirven para mostrar las distintas caras de su protagonista masculino (*). La acertada elección de la banda sonora, a pesar de pecar de estridencia en algunos casos (**), se caracteriza por una variedad e internacionalidad poco usuales con la presencia de artistas como Franco Battiato, Nacho Vegas, Christina Rosenvigne o Bola de Nieve. Es notoria, además, la minuciosidad de la selección musical pues en la mayoría de los casos, las canciones se integran en el relato como un personaje más. El buen oído de Jonás da paso a su buen ojo pues inunda al espectador de referencias literarias -rasgo de La Nouvelle Vague o Woody Allen- de manera implícita o explícita.
(*) Spoiler | Me hizo recordar a 'Todas las mujeres' (Mariano Barroso, 2013) pues en ambas películas, los protagonistas masculinos son retratados a través del contacto con personajes femeninos. Pero si en la primera, el personaje de Nacho -Eduard Fernandez- no pierde ni un ápice de protagonismo, en ésta, sí lo hace el de Ramiro en detrimento de una mayor presencia e importancia narrativas de su círculo social.
(**) Spoiler | La escena final, a pesar del discurso de Ramiro, se ve distorsionada por la música in crescendo. Otra pieza encajaría mejor. Eso si, las palabras de Ramiro son un golpe a/de la realidad.
'Todas las canciones hablan de mí' se manifiesta como una oda a la literatura, a la música y al propio cine. A las inspiraciones creativas de Jonás. Y especialmente... a la nostalgia. Puñetera donde las haya. ¿Es posible amar después de amar? Quizás encontraréis la respuesta en esta película.
domingo, 2 de febrero de 2014
La escena de la semana (XIV)
Desmontar los prejuicios del cine patrio y convencer de su buen hacer es tarea complicada por lo que he desistido en mi particular promoción de éste; sin embargo, he de confesar que últimamente un gran número de sorpresas cinéfilas han venido de la mano de directores españoles como Julio Medem ('Los amantes del círculo polar árticulo', 'Lucía y el sexo') , Jonás Trueba ('Todas las canciones hablan de mí', 'Los ilusos') , Rodrigo Sorogoyen ('Stockholm'), Javier Ruiz Caldera ('3 bodas de más'), David Trueba ('Madrid 1987') y -para mi sorpresa- Paco León con su 'Carmina o revienta' (id, 2012). Un experimento cinematográfico divertídisimo que sobrepasa la hora de duración pero que alberga en tan poco espacio de tiempo gran atino y lucidez, tanto en el rápido dibujo de los personajes como en el humor pasadísimo de rosca. Un falso documental que combina el drama y la comedia a la perfección con una capa de sátira, mala baba y mucha jeta. El costumbrismo más retorcido. La españa más cañí. Yo me meé de la risa... como con 'Los amantes pasajeros' (Pedro Almodóvar, 2013), ¡fíjate!
"La vida es tan bonita que parece de verdad"
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