Caricatura de José Luis Sampedro por Iñaki Cerrajería |
"Ama y haz lo que quieras" - Agustín de Hipona
Sin spoilers | Siento si anduve por los cerros de Úbeda y Baeza en el anterior post; en éste iré al grano: Jose Luís Sampedro y su amante lesbiano. Uno nunca debe dejarse engañar por el título -o titular en el caso de las noticias- pero me sentí, en la librería, inmediatamente atraído por un título tan inusual unido a un hombre de tal renombre. Ya tenía regalo para mi señor padre por Navidad y así usarlo como conejillo de indias literario. Matar dos pájaros de un tiro es mi afición favorita. No hubo víctimas desplumadas ni tiro pues mi señor padre nunca ha sido carne de regalos navideños ni leyó la novela. Vamos, que me salió el tiro por la culata.
Me resulta socarrón que Sampedro recurra a una frase de Agustín de Hipona -teólogo, obispo y santo- como preludio de 'El amante lesbiano' cuando bajo la superficie de su obra erótico-festiva-humanística se instala una mordaz y explícita crítica a la Iglesia. Culpa a la religión de reprimir sexualmente al hombre pero ya no sólo al convertir el acto sexual como pecado sino al enterrar la identidad sexual del individuo sin pudor e impunidad ningunos. O eres varón heterosexual dominante. O eres una fémina heterosexual sumisa. No hay mayor combinación a ojos de Dios con D mayúscula. Es entonces cuando la represión emerge con tal violencia silenciosa que convierte al ser humano en una mera proyección de su sombra. Y si algo aprendí de 'Irredentas. Las presas políticas y sus hijos en las cárceles franquistas' (Ricard Vinyes, 2002) es que, además de la incertidumbre, el peor castigo es la aniquilación de la identidad. Ya sea política o sexual.
'El amante lesbiano' tiene dos protagonistas. O más bien tres: Mario, Farida y Miriam. Propiamente dicho no hay personajes secundarios; sino más bien, apariciones estelares de miembros de la familia de Mario cuya intervención ahonda más si cabe en el drama del protagonista masculino y arroja luz sobre el pasado de todos ellos. Otra pullita a la Iglesia es la conversión del todopoderoso en diosa, personaje equiparable en funciones al sentido común del protagonista de 'El hombre duplicado' (José Samarago, 2002). Espacio y tiempo son narrados en primera persona pero el misterio reside en el cómo pues en Las Afueras la coyuntura espacio-temporal es intrascendente. Forma y fondo se conjugan de tal manera que uno acaba absorto por las descripciones (*) y las palabras de sus personajes.
(*) Farida es descrita por Mario como una Afrodita árabe.
Ahora que ha proliferado el gusto por la novela erótica debido al éxito de '50 sombras de Grey' (E.L. James, 2011), 'El amante lesbiano' podría funcionar como contrapunto al contar también con sus peculiares Christian Grey y Anastasia Steele. Pero la prosa de Sampedro invierte poca tinta y espacio en las famosas prácticas sexuales del citado best-seller sino en las profundas emociones que concadenan nimios actos como por ejemplo vestir ropa interior, medias y tacones. El sexo es un factor latente a lo largo de las casi trescientas páginas pero no necesariamente materializado en actos sexuales. Porque el sexo es algo más que el aparato reproductor con el que nacemos.
PD: Para finiquitar este cuasi-monográfico transgénero, recomiendo encarecidamente el documental español 'El sexo sentido', emitido en 'Documentos TV' (La2) el pasado mes de junio. Quizás su única pega es mostrar sólo la cara amable.
'El amante lesbiano' tiene dos protagonistas. O más bien tres: Mario, Farida y Miriam. Propiamente dicho no hay personajes secundarios; sino más bien, apariciones estelares de miembros de la familia de Mario cuya intervención ahonda más si cabe en el drama del protagonista masculino y arroja luz sobre el pasado de todos ellos. Otra pullita a la Iglesia es la conversión del todopoderoso en diosa, personaje equiparable en funciones al sentido común del protagonista de 'El hombre duplicado' (José Samarago, 2002). Espacio y tiempo son narrados en primera persona pero el misterio reside en el cómo pues en Las Afueras la coyuntura espacio-temporal es intrascendente. Forma y fondo se conjugan de tal manera que uno acaba absorto por las descripciones (*) y las palabras de sus personajes.
(*) Farida es descrita por Mario como una Afrodita árabe.
Ahora que ha proliferado el gusto por la novela erótica debido al éxito de '50 sombras de Grey' (E.L. James, 2011), 'El amante lesbiano' podría funcionar como contrapunto al contar también con sus peculiares Christian Grey y Anastasia Steele. Pero la prosa de Sampedro invierte poca tinta y espacio en las famosas prácticas sexuales del citado best-seller sino en las profundas emociones que concadenan nimios actos como por ejemplo vestir ropa interior, medias y tacones. El sexo es un factor latente a lo largo de las casi trescientas páginas pero no necesariamente materializado en actos sexuales. Porque el sexo es algo más que el aparato reproductor con el que nacemos.
PD: Para finiquitar este cuasi-monográfico transgénero, recomiendo encarecidamente el documental español 'El sexo sentido', emitido en 'Documentos TV' (La2) el pasado mes de junio. Quizás su única pega es mostrar sólo la cara amable.
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