Resulta paradójico que las últimas tres veces que haya gastado mis perrillas en el cine haya sido para ver super-producciones de Hollywood que, sinceramente, no necesitan de mi dinero para subsistir: 'The Amazing Spider-Man 2' (Marc Webb, 2014) 'The Fault In Our Stars' (Josh Boone, 2014) y 'Guardians of the Galaxy' (James Gunn, 2014). Por orden cronológico. No cualitativo. Las películas de superhéroes, ya sean marca DC Comics o Marvel, son carne de visionado en salas de cine junto a palomitas de mantequilla y caramelo y litros de Coca-Cola; dramas adolescentes baratos y superficiales, no. En 'The Fault in Our Stars' no hay ni rastro del dinero de Hollywood en su producción pero sí en su promoción. Ahí está su banda sonora y la cantidad de cantantes -en la cresta de la ola de la fama- involucrados en ella. Menudo marketing se montan los del otro lado del Atlántico para crear fenómenos inocuos. ¿Alguien se acordará de la historia de amor entre Hazel y Gus de aquí a unos años? Ni de lejos es la nueva '500 days of Summer' (Marc Webb, 2009). Eso sí, Shailene Woodley tiene todas las papeletas para ser la nueva Jenniffer Lawrence.
Leo que Felicity Jones rodó su cachito de metraje para 'The Amazing Spider-Man 2' como Gata Negra. Y yo me pregunto: ¿otro personaje más? Si de algo pecó la entretenidísima segunda parte del hombre araña fue precisamente el excesivo número de personajes y villanos. Entiendo que las segundas partes tienen la obligación de seguir a raja tabla el hollywoodiense "más y mejor" pero a veces "menos es más". Haber hecho una especie de 500 days of Gwen llama a la utopía pero es la relación entre Peter y la rubia el hilo central de la película. Sin ella, el castillo de naipes de villanos hubiera caído por su propio peso. La presencia de Electro,a mi parecer, impide un mejor desarrollo de Harry Osborn/Duende Verde cuyas rabietas de niño consentido parecen estar infundadas en la nada. From here to the end, spoilers | Es más, parece que su sentimiento de traición por parte de Peter/Spider-Man procede de la extrema necesidad de encontrar una cura a su enfermedad, no de descubrir que es su amigo de la infancia quien se la ha denegado. No se le pueden pedir peras a un olmo pero una amistad de la infancia tampoco es para tanto. Y cómo siempre pasa con este tipo de franquicias, las películas no tienen un final cerrado sino que aprovechan sus últimos minutos para asentar las bases de la próxima entrega; en este caso, los Seis Siniestros. Algo que sinceramente estropea todo lo acontecido durante el enfrentamiento entre Duende Verde y Spider-Man. La muerte de Gwen hubiera sido la guinda del pastel. Felicity Jones y su Gata Negra no fueron las únicas en desaparecer del montaje final; Shailene Woodley y su Mary Jane también. Estos señores de Hollywood son unos cabroncetes. Nunca me entusiasmó la historia de amor entre Peter (Tobey Maguire) y Mary Jane (Kirsten Dunst) en la trilogía de Sam Raimi pero encuentro interesante ver una nueva visión de su historia de amor tras conocer a Gwen Stacy (Emma Stone), el gran amor de Peter (Andrew Garfield).
La última en sacarme los cuartos ha sido ‘Guardians of the Galaxy’, empujado por el
entusiasmo generalizado de la masa twittera
hacia la nueva producción de Marvel, precisamente la más alejada de todo su
universo cinematográfico y de cómic. Minipunto, obviamente. Definirla como la versión wannabe de 'Star Wars' es otro minipunto por impredecible que me parezca (*). La omnipresencia mediática de Chris Pratt parece haber florecido como las boybands. Sin comerlo ni beberlo, apareces hasta en el periódico más mojigato del país más remoto del mundo donde comentan tus abdominales. Y dotes interpretativas. Prattismo lo han definido. Hollywood nunca deja de sorprender incluso en la maquinaría de crear estrellas. Shailene Woodley y Chris Pratt son un claro ejemplo de dicho proceso de producción. ¿La película? Muy, muy recomendable para ser "otro-piloto-más" del universo de superhéroes. Humor socarrón, acción non-stop; sentimentalismo y romanticismo en pequeñas píldoras, banda sonora chula y ochentera. Pero sobre todo su mayor virtud es no tomarse demasiado en serio. (**) Claro, que su defecto más visible es renunciar a la redondez en pos de soltar claves de lo que está por llegar: Thanos, el villano de los villanos y |¡Spoilers!| el árbol genealógico extraterrestre de Star-Lord. Que manera más chapucera de resolver dicho misterio. |¡Spoilers!|
(*) Nunca he sido un gran fan de la franquicia de George Lucas. Quizás porque tampoco lo he intentado. Ouch!
(**) Al Batman de Christopher Nolan le sentó bien tomarse en serio; al Superman de Zach Snyder, no.
(**) Al Batman de Christopher Nolan le sentó bien tomarse en serio; al Superman de Zach Snyder, no.
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