(Sin spoilers) Ay, 'Enlightened'. Tan brillante y tan infravalorada. Tan marginada por la crítica y tan eclipsada por su compañera de emisión durante la reñida noche de domingo, 'Girls'. El pasado 10 de enero ambas series regresaron con sus segundas temporadas a HBO y he de confesarlo: las aventuras de Amy Jellycoe me conmocionaron de tal manera en su primera tanda de episodios -emitidos allá por el otoño de 2010- que mi hype estaba por las nubes; ¡a toma por culo Lena Dunham/Hannah Horvath! Ya os hablé de ella el pasado agosto.
Y claro, el hype pasa factura y no perdona; con ello no quiero decir que haya dejado de ser una de mis series favoritas sin embargo el arco argumental que su creador y guionista Mike White -quien además interpreta al albino y frágil Tayler- ha decidido construir a lo largo de esta segunda temporada -expuesto ya en la season finale de la anterior- no posee el mismo encanto y gancho que aquel viaje introspectivo, espiritual y emocional de la protagonista, su madre Helen y su ex-marido Levi. La esencia de 'Enlightened' sigue intacta; tocar la fibra sensible -en especial con el fabuloso 2x05 del que más adelante hablaré-. dejar huella en el espectador, obligarle a reflexionar ya no sólo sobre la corrupción del ser humano sino también la de empresas multinacionales y por supuesto "odiar-amar" a su egocéntrica protagonista. Sigue siendo un relato de segundas oportunidades, de redenciones y de sueños hechos realidad tras una larga espera; un canto a la vida a pesar de lo oscura y cruel que a veces resulta.
Sin embargo 'Enlightened' ha evolucionado e incluso se ríe de la premisa del capítulo piloto a lo largo del 2x03 cuyo absoluto protagonismo recae en Levi y su estancia en Hawai. Pero no sólo Levi pasa de ser secundario a protagonista total de un episodio ya que el propio Tayler es la espina dorsal -¡e incluso la voz en off!- del mágico 2x05 "The Ghost Is Seen", el cual ya no sólo vuelve a arriesgar desde el punto de vista narrativo sino que condensa en 20 minutos una corta y preciosa historia de amor entre dos personas que llevan demasiado tiempo ahogadas entre tanta soledad y están hartas de ser simples fantasmas. Pura magia y puro amor, señores. Incluso la página web estadounidense TVLine se hizo eco hace varios días de la pequeña revolución amorosa de 'Enlightened', alabando la interpretación de Molly Shannon y Mike White.
Aún quedan dos episodios para finalizar la segunda temporada -¿no son un pelín rácanos los señores de la HBO?- pero me aventuraría a definirla con la siguiente frase de José Saramago: "Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal." Vedla, no os arrepentiréis.
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