"Don't let the name fool you" fue el lema de CBS para promocionar la tercera temporada de 'The Good Wife' cuya versión traducida al español vendría a decir: "No te dejes engañar por el nombre". Tengo cierta predilección por los títulos originales; aquellos que evocan pero no temen a la confusión, los prejuicios o el rechazo del espectador, aquellos que viven medio escondidos entre otros títulos sin personalidad y repetitivos consumidos ferozmente por la visión y la mente del ser humano, aquellos que no buscan audiencias masivas, enemigos de los blockbusters y las palomitas (de caramelo por favor). Que aburrimiento, ¡oye! Da gusto apostar por la ambigüedad y retar al espectador a descubrir el porqué de tal título; ¿Por qué (narices) John Cameron Mitchell llamó a su última película 'Rabbit Hole'? ¿Qué se fumó Diablo Cody o los mandamases creativos de Showtime para llamar a una serie 'United States of Tara'?
Sin spoilers | 'Hello I Must Be Going' entra dentro de este improvisado gusto por títulos no convencionales; cine independiente de la mano de Todd Louiso que no revoluciona el panorama audiovisual pero sí funciona como perfecto entretenimiento de hora y media mediante el deshoje de la misma historia de siempre. La fracasada en este caso es Amy (Melanie Lynskey), quien tras haberse divorciado de su marido, debe regresar a casa de sus padres. Se me olvidaba un dato: tiene 35 años y parece la versión crecidita de la Hannah Horvath de 'Girls' tanto en lo bueno como en lo malo. Pero lo mágico está por llegar... tendrá un idilio con un casi-todavía-adolescente de 19 años (Christopher Abbott), también abocado al fracaso a pesar de su aparente éxito universitario. Su pequeña e inmediata revolución amorosa veraniega será esencial para reconducir sus vidas; ambos rodeados de familiares histriónicos o fantasmas del pasado que dificultan su evolución creativa y personal como seres humanos sin ser conscientes de ello. La madre de Amy (Blythe Danner) es el mejor ejemplo de ello, más preocupada por las obras de su casa o el trabajo de su marido que por la situación sentimental de su hija.
'Hello I Must Be Going' tiene momentos muy inspirados, construye escenas repletas de humor incómodo, muestra la catarsis a medio gas de sus protagonistas y como buena cinta indie, hay sitio para los homenajes artísticos -el propio título es un homenaje a Groucho Marx- y una deliciosa banda sonora a cargo de Laura Veirs. Propone el eterno dilema: ¿el amor tiene edad? Parece ser que Todd Louiso es una especie de Josh Radnor, obsesionado también con el amor generacional en 'Amor y letras' ('Liberal Arts'). Dejemos que nos cuenten sus penas con tono amable y esperanzador; yo compro.
No hay comentarios :
Publicar un comentario