(Aviso, la barrera entre ficción y realidad queda a merced del lector) "El pasado es lo que tiene, que vuelve en forma de recuerdo" me escribió él, Miguel, tras retomar el contacto hace unos meses. Siempre se le dio bien lo poético y el lirismo. Qué lástima que sólo se le diera bien eso. Retrocedamos en el tiempo, concretamente a la tarde del domingo 15 de mayo de 2011. ¿Recordáis donde estuvisteis? Yo sí; fui al cine con una muy buena amiga a ver la nueva película de Woody Allen: 'Midnight in Paris' (id, 2011). Recuerdo sentir cierto pudor al no pillar algunas de sus más sonadas imitaciones de famosos escritores; en especial la de Adrien Brody dando vida a Salvador Dalí. La sala entera riéndose a carcajadas mientras un servidor se sentía como pez fuera del agua. "Tengo que empezar a leer más" me decía constantemente mi yo interior, sediento de cultura literaria. Obviando este percance sonrojante, me maravilló el mensaje de la película. Algunos de sus personajes vivían obcecados con vivir en una época de la historia anterior, apelando al "todo tiempo pasado fue mejor". Adriana de Burdeos -interpretada por Marion Cotillard- soñaba con vivir en la Belle Époque. ¡Pamplinas!
Sin embargo, un día es un día y hoy me permito el placer de extrañar, de echar de menos un momento esencial de mi adolescencia -y de mi vida- ligado de forma muy intensa y emocional a las series y al cine: mis 17 años. Todo este panfleto sentimentaloide apelando a mi ego (¡ey, es mi blog!) para hablaros de 'United States of Tara', cuya tercera y última temporada -que exquisita Showtime cancelándola...- se emitió durante la primavera de 2011. Viajemos al 18 de abril de aquel año. Me encontraba en Nueva York, representando el papel de turista sorprendido ante tanto rascacielos. Os revelaré un secreto: mis ojos continuaron en sus órbitas y Nueva York no me deslumbró. ¡No me comáis! Matizo; algunos de sus aspectos y lugares son de encomiable belleza. La culpa de este desencanto la tuvo la tercera en discordia de este peculiar triángulo amoroso: Boston, la ciudad de Olivia, Peter y Walter (¡Fringe!), donde estuve en un pueblo cercano a ella de intercambio de estudiantes durante casi tres semanas. Ya que he mencionado 'Fringe', recuerdo estar desayunando mientras veía las noticias de una filial local de FOX cuando vi la promoción del polémico "Lysergic Acid Diethylamide", el 3x19, que se emitió el 15 de abril. Me atraganté con los cereales.
Pido disculpas por los saltos en el tiempo; 'Lost' y su narración abusadora de flashbacks y flashforwards me marcaron. Pongamos rumbo de nuevo hacia Nueva York, aquella noche del 18 de abril... estábamos mis compañeros y yo paseando por la zona financiera de la ciudad cuando me encontré con una pila de periódicos en el bordillo de la acera; se trataba de ejemplares del 'The New York Times' del mismo día. Entusiasmado, me quedé con uno de ellos y el pobre, desde entonces, vive amontonado con otros periódicos entre polvo en un estante de mi habitación como prueba eterna de que yo visité el otro lado del Atlántico.
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Echo de menos a Miguel, a mi buena amiga, a Tara, a las personas que conocí en Boston, ver un montón de series, descubrir con entusiasmo 'Annie Hall' (Woody Allen, 1977), disfrutar de 'A dos metros bajo tierra' por primera vez, estar bien de salud y mis 17 años... pero desgraciadamente no volverán, como tampoco lo hicieron las oscuras golondrinas de Becquer. Yo sigo en mi balcón, esperándolas... o recordándolas al menos.
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