Sin spoilers | 'Her' (Spike Jonze, 2013) es una operación a corazón abierto. Sin previo aviso ni anestesia. Su duración se prolonga hasta las dos horas y al finalizar, uno se siente más vivo que nunca; quizás porque el cirujano -entiéndase por guionista- se ha dedicado a remover su interior sin escrúpulos. Hay ocasiones en las que una película hace revivir sentimientos que uno creía haber olvidado sentir. Hubo un momento en el que me atreví a cerrar los ojos y comprobar lo que significaba escuchar la voz de Samantha sin proyectar ninguna imagen; tan sólo un fundido en negro. 'Her' tiene el mérito de construir una de las escenas de sexo más bonitas que servidor haya visto en la gran pantalla, con tan sólo un cuerpo y dos voces. Meritorio también es la construcción de una distopía en la que la relación carnal se encuentra en decadencia; quizás porque los humanos han acabado comprendiendo que somos el arma de destrucción masiva que el Trío de las Azores nunca logró encontrar. El futuro cercano de 'Her' es cada vez más parecido a nuestro presente, es el reflejo de la realidad y el mundo más inmediatos. Pero después de sentir tal torrente de vitalidad, el post-operatorio resulta ser devastador. Comprendes que al igual que Theodore, ya has sentido todo lo que vas a sentir jamás. Y de aquí en adelante nunca vas a sentir algo nuevo. Sólo versiones más pequeñas de lo que ya has sentido.
Etiquetar resulta, a veces, tarea compleja. ¿Que géneros abarca el film? ¿Drama? ¿Romance? ¿Ciencia ficción? Etiquetar, en cierto modo, es abrazar el convencionalismo y arrastrar una serie de ideas preconcebidas que flaco favor hacen al descubrimiento de pequeñas joyas, ya sean humanas o artificiales. Me considero un sujeto atado, pero en constante lucha, a las etiquetas y a los prejuicios. ¿Un ejemplo? El cine bélico; imagino que la experiencia que viví con 'El pianista' (Roman Polanski, 2002) contribuyó a ello.
Por esta razón, 'Her' huye de las etiquetas al no ser la típica historia de amor. El factor "ciencia ficción" es mínimo e imperceptible pues su utilidad es la reflexión, no la pirotecnia; rasgo que comparte con la notable 'Another Earth' (Mike Cahill, 2011). Uno podría afirmar, a la ligera, que a Spike Jonze le gustan los extremos al combinar el drama intenso con la comedia negra y gamberra. Alternativa en el cómo, tradicional en el qué; la película habla de temas universales como el amor, el sexo, la vida, la muerte, la soledad, la amistad y el trabajo.
Algo está claro: Theodore no pone etiquetas al amor ni tampoco a su relación sentimental con Samantha.
Etiquetar resulta, a veces, tarea compleja. ¿Que géneros abarca el film? ¿Drama? ¿Romance? ¿Ciencia ficción? Etiquetar, en cierto modo, es abrazar el convencionalismo y arrastrar una serie de ideas preconcebidas que flaco favor hacen al descubrimiento de pequeñas joyas, ya sean humanas o artificiales. Me considero un sujeto atado, pero en constante lucha, a las etiquetas y a los prejuicios. ¿Un ejemplo? El cine bélico; imagino que la experiencia que viví con 'El pianista' (Roman Polanski, 2002) contribuyó a ello.
Por esta razón, 'Her' huye de las etiquetas al no ser la típica historia de amor. El factor "ciencia ficción" es mínimo e imperceptible pues su utilidad es la reflexión, no la pirotecnia; rasgo que comparte con la notable 'Another Earth' (Mike Cahill, 2011). Uno podría afirmar, a la ligera, que a Spike Jonze le gustan los extremos al combinar el drama intenso con la comedia negra y gamberra. Alternativa en el cómo, tradicional en el qué; la película habla de temas universales como el amor, el sexo, la vida, la muerte, la soledad, la amistad y el trabajo.
Algo está claro: Theodore no pone etiquetas al amor ni tampoco a su relación sentimental con Samantha.
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