(De izq. a dcha. Daniel Guzmán e Ildefonso Soriano) |
Publicado originalmente en Infoactualidad el jueves 30 de mayo de 2015 | Tras su exitoso paso por el Festival de Málaga de Cine Español, A cambio de nada (Daniel Guzmán, 2015) ha sido proyectada en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid este 27 de abril, días previos a su estreno en salas comerciales, el próximo 8 de mayo. El director y guionista novel, recién llegado de la ciudad malagueña, acudió al posterior coloquio con los estudiantes.
Daniel Guzmán (Madrid, 1973), conocido por su faceta como actor en las series de televisión Aquí no hay quien viva, La familia Mata yVelvet, se estrena como director y guionista de su propia película con A cambio de nada (id, 2015), tras ganar el Goya a Mejor Cortometraje por Sueños (id, 2003), dirigido y escrito por él mismo. Tras hacerse con la Biznaga de Oro a Mejor Película y las Biznagas de Plata a Mejor Dirección, Mejor Actor de Reparto -para Antonio Bachiller- y Premio Especial del Jurado de la Crítica en el Festival de Málaga de Cine Español 2015 (17-26 abril), la película ha sido proyectada en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM este lunes 27 de abril a las 11.00h. Tras el visionado, el público estudiante tuvo la oportunidad de hablar con su creador.
A cambio de nada es un puente entre los géneros de la comedia y el drama sobre la adolescencia; un puente, según su director y guionista, entre “el costumbrismo, el neorrealismo y el cine para todos los públicos”. De claro y reconocido tinte autobiográfico, el protagonista de la película es Darío (interpretado por Miguel Herrán) quién con 16 años tiene que hacer frente al divorcio de sus padres (Luís Tosar y María Miguel), las malas notas en el instituto y la búsqueda de un empleo. El otro gran protagonista de la película es Luismi (Antonio Bachiller), mejor amigo y vecino de toda la vida de Darío, con quien comparte idilios amoroso-sexuales y fechorías. También, hay lugar para personajes secundarios: Caralimpia (Felipe Vélez), un viejo delincuente, y Antonia (interpretada por la propia abuela de Daniel Guzmán), una anciana que recoge muebles abandonados y vende en El Rastro de Madrid.
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar
Daniel Guzmán abandonó el barco de La familia Mata durante su tercera temporada en 2008 para dedicarse a la escritura del guión de la película. Entre cinco y seis años es el tiempo que ha tardado en darle forma. Durante el coloquio contó que hubo jornadas laborales de quince y dieciséis horas en las que se levantaba y se acostaba con el guión. Tilda la experiencia de “muy dura, larga pero gratificante” y celebra la visibilidad que los premios otorgados por el Festival de Málaga le han dado a su obra, hecho vivido con suma ilusión al haber podido compartirlo con sus amigos y familiares y del que se siente “afortunado”. Remarca, además, el cariño recibido por los críticos especializados de cine y la prensa, cuyo pase en Málaga fue “emocionante y divertido”.
Para Guzmán, su ópera prima es “un homenaje para ella [su abuela]”. Sobre proyectos venideros pero inmediatos, el director y guionista novel opta por el consejo de Pablo Berger –director deBlancanieves-: disfrutar del momento. “No creo mucho en el futuro, hoy me voy a Salamanca, mañana ya se verá”. Como montador de su propio film -un año le ha dedicado- reconoce que “la película tiene muchas imperfecciones” pero, como él mismo indica, “la gente valora su verdad y autenticidad”.
“Como actor, si no me creo algo, no lo comunico”, ha sido su máxima a la hora de rodar con actores profesionales y no profesionales. Dicho coqueteo con el documental se ha materializado en el uso de decorados reales, cuyo acceso le costaron mucho, y el que no hubieran dobles de acción pues “se produce una distancia con el espectador”. Mezclar ficción y realidad resulta interesante para Daniel Guzmán. Otra máxima fue intervenir lo menos posible durante el rodaje de exteriores -“yo no quería detener el tráfico”- pues aquello era sinónimo de no intervenir en la vida.
Actores protagonistas, tintes autobiográficos y ausencia de efectos
De Antonio Bachiller (Luismi), ganador de la Biznaga de Plata a Mejor Actor de Reparto, se fijó durante una prueba de casting del que resalta su “concreción y manera de trabajar como un reloj suizo”, mientras que a Miguel Herrán (Darío) le encontró en la calle saliendo Guzmán del teatro del que confiesa que “hizo las peores tres pruebas de castings”. Sin embargo el director y guionista apostó por él, pues sabía lo que iba a conseguir: “tiene algo que va más allá”.
Sobre el carácter autobiográfico de la cinta, Daniel Guzmán confesó que “la película es la punta del iceberg de mi infancia, la superficie de lo que he vivido”. La realidad desborda a la ficción en su caso. “¿Qué hay de ficción y qué hay de verdad? Que lo entienda y decida el público”, sentenció.
A cambio de nada, según su autor, es una película atemporal y universalizada sobre las relaciones paterno-filiales y amistosas, de ahí que por ejemplo, no se vean teléfonos móviles durante la hora y media. No le gustan en el cine pues es un recurso que soluciona todo muy fácilmente. No hay efectos ni fundidos a negros; sólo una elipsis: la escena en la que Darío se agarra al vagón del metro, la cual simboliza, según Guzmán, “una huida hacia delante, la necesidad de escapar a nivel personal y probar los límites”.
Tampoco hay cabida para la banda sonora. Guzmán creyó no necesitarla para emocionar al espectador además de posicionarse en contra de su uso efectista y artificial. Él quería ser consecuente con lo que cuenta la historia. “Me gustan más las cosas directas y sencillas”, declaró. Michael Haneke, Lars Von Trier, el cine chino y el iraquí son algunas de sus referencias.
Futuro en taquilla y recaudación
A cambio de nada se estrena el próximo viernes 8 de mayo con una tirada de cien copias (Cómo sobrevivir a una despedida salió con 246 su primer fin de semana, Perdiendo el norte con 310; ambas coproducidas por Atresmedia). “Si el primer fin de semana no te colocas [entre los diez primeros puestos de la taquilla], caes a la siguiente semana”, reveló Daniel Guzmán, quien consciente de que no es una película-evento (como las anteriormente citadas) ni cuenta con una campaña mediática, confía en que aguante en taquilla gracias al boca a boca.
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