Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

miércoles, 22 de julio de 2015

La escena (semana 20-26 julio)


Los vídeos sólo pueden verse desde el portal de Youtube | En 10.000 noches en ninguna parte (Ramón Salazar, 2013) Susi Sánchez -nominada a los Premios Goya 2013 como Mejor Actriz Secundaria por dicho papel-  interpreta a una madre un tanto hostigadora y problemática a la hora de ejercer como tal. De ahí que su hijo (Andrés Gertrúdix) escape de la realidad y "viaje" a París y Berlín. Viendo la película, me vinieron a la mente otras madres, la mía y Olive Kitteridge (Frances McDormand, la sheriff rural de Fargo de los Coen), protagonista de la miniserie de HBO del mismo nombre. Otros premios, los Emmy, se han acordado de ella (*) a pesar de que sus cuatro episodios se emitieran durante dos noches de noviembre de 2014, otorgándole seis nominaciones; Richard Jenkins (el eterno patriarca de los Fisher de A dos metros bajo tierra), la propia McDormand, Bill Murray (que se pasea sin despeinarse como secundario de lujo durante los últimos compases de la historia) y la nueva musa indie Zoe Kazan (Ruby Sparks, What If) en el apartado actoral. En el apartado técnico, las nominadas son dos mujeres: Lisa Chodolenko (The Kids Are All Right) en dirección y Jane Anderson en guión como encargada de materializar en televisión la novela homónima de Elizabeth Strout, la cual fue galardonada en 2009 con el Premio Pulitzer. Por ahí pulula como secundaria también Ann Dowd, la cual hizo triplete en HBO el pasado 2014 participando en The Leftovers y True Detective. Uno de los aspectos que más me maravilla de Olive Kitteridge es la banda sonora de Carter Burwell, quien por lo visto, la compuso con la ayuda de la mismísima Frances -en funciones de productora- tras haber coincidido anteriormente en proyectos cinematográficos como Blood simple y Fargo, ambas de los hermanos Coen [Frances está casada con Joel]. Burwell ya había trabajado también con Lisa Chodolenko en The Kids Are All Right y para HBO ya había compuesto la banda sonora de la miniserie Mildred Pierce (protagonizada por Kate Winslet y dirigida por Todd Haynes, cuya Carol revolucionó la última edición de Cannes) y del piloto de Enlightened. Olive es un personaje complejo y duro no sólo con los de su alrededor sino consigo misma. A medida que la historia avanza, uno se da cuenta poco a poco de que su impermeabilidad crece para proteger su vulnerabilidad y reserva su compasión para aquellos igual de rotos y vulnerables que ella. Éste es quizás el mayor escollo de Olive Kitteridge, su protagonista no sólo aparta al resto de personajes sino también al propio espectador; es por ello que la banda sonora resulta imprescindible a la hora de hacer más accesible y comprensible un personaje tan impenetrable. Martha Wainwright forma también parte de la banda sonora aunque de una manera más presencial/física.


(*) Se han olvidado de The Leftovers, cuya primera temporada fue emitida en periodo estival hace un año y su segunda no llegará hasta septiembre. Cierto es que polarizó a la crítica de televisión pero, ¿quién pone en duda la sobresaliente calidad interpretativa de su reparto? Incluso en guión podría haber rascado una nominación con el 1x03, el 1x06 o el 1x09.

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